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Las lluvias recientes han sido muy beneficiosas para los pantanos que abastecen de agua a Sevilla, recuperando la que se había perdido desde marzo y permitiendo superar una sequía prolongada. En aquel entonces, las fuertes precipitaciones duplicaron las reservas en menos de dos semanas, y actualmente los embalses están casi al mismo nivel, alcanzando el 63 % de su capacidad total, según los datos proporcionados por Emasesa.
Este porcentaje embalsado permite evitar la fase de prealerta, lo que marca un avance hacia la normalidad hídrica en la región. Durante el verano, se temía entrar en prealerta si no llovía en septiembre y octubre. Aunque septiembre fue un mes seco, octubre ha resultado excepcional en términos de precipitaciones, lo que ha permitido mejorar las reservas de agua de manera significativa.
Entre los embalses que abastecen a Sevilla, el de Aracena es el que presenta el menor nivel, con un 31,4 % de su capacidad. Otros embalses, como Zufre y La Minilla, han logrado mejores porcentajes, con un 47,4 % y un 72,5 % respectivamente. El embalse del Gergal está prácticamente lleno, mientras que Melonares y Cala, aunque con diferentes tamaños, están en niveles altos de almacenamiento, con un 91,8 % y un 57,8 % respectivamente.
El incremento de las reservas ha sido considerable en comparación con principios de octubre, cuando los embalses estaban en promedio al 50 % de su capacidad. En tan solo un mes, las reservas aumentaron 13 puntos, lo que representa un 25 % más de agua almacenada. Las lluvias de la borrasca Berenice ya aportaron algo de alivio, pero han sido las precipitaciones de los últimos días las que han marcado una mejora definitiva en los niveles de los embalses de Sevilla.