José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, ha informado este martes de la inminente puesta en marcha de una unidad «antigrafiti» para eliminar las pintadas de la ciudad. Formada por diez equipos de dos operarios cada uno, limpiarán diariamente las zonas afectadas. Se trata de diez vehículos eléctricos nuevos «tipo furgón con depósito de agua de, al menos, 600 litros, para realizar estos trabajos y máquina de pintura». A esta medida se suma un «endurecimiento» de las multas por grafitis que entrará en vigor en febrero de 2024. Estas sanciones irán dirigidas, sobre todo, a las pintadas que afecten a Bienes de Interés Cultural, que recogen multas desde 3000 euros.
Endurecimiento de las multas
Este servicio se ha adjudicado a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Haler S.A e Integra MGSI CEE Andalucía S.L. con un contrato de 2,6 millones de euros y una vigencia de dos años. Este martes se pone en funcionamiento esta unidad «antigrafiti», que va a desarrollar su labor «por toda la ciudad». «Evidentemente, no solo vamos a luchar contra el grafiti con este dispositivo, sino que tenemos la intención de aprobar en febrero una ordenanza de limpieza que va a endurecer considerablemente y sustancialmente las multas ante este tipo de hechos», ha explicado el alcalde.
Para responder «de forma ágil y eficiente» a estas actuaciones incívicas, y teniendo en cuenta que los propietarios afectados «no tienen en muchas de las situaciones la capacidad suficiente para actuar, hemos contratado este servicio específico para detectar y suprimir pintadas y manchas de pintura en fachadas, muros y paramentos de edificios públicos o privados que den frente o constituyan la imagen de los espacios públicos de la ciudad, ya se trate de calles, plazas, avenidas o parques», ha abundado Sanz.
Zonas de actuación
Entre los puntos en los que actuará la citada unidad se encuentra el barrio de San Julián. «Hay partes del Casco histórico que son auténticos paraísos para los grafiteros». Para una mejor ejecución de los trabajos, se prevé organizar hasta seis zonas específicas de actuación, que serían el Conjunto Histórico; Triana – Los Remedios; Bellavista – La Palmera; Sur; Nervión – San Pablo – Cerro Amate, Macarena – Norte y, Este – Alcosa – Torreblanca. Así, se priorizarán las actuaciones de eliminación de pintadas y manchas de pintura, en los espacios urbanos protegidos, recogidos en el catálogo de espacios públicos de la ciudad, en los entornos de los Bienes de Interés Cultural o inmuebles con algún tipo de catalogación.
El PSOE se atribuye las unidades «antigrafiti»
Sin embargo, el grupo socialista en el Ayuntamiento ha afirmado que el gobierno local admitió que la unidad de limpieza es, en realidad, la ejecución de un contrato heredado del anterior mandato, diseñado y licitado por Antonio Muñoz.
Según el concejal socialista Francisco Javier Páez, este contrato, valorado en 1,3 millones de euros anuales, será la piedra angular de la estrategia del actual gobierno contra los grafitis, a pesar de que fue concebido y licitado durante la administración anterior. Además, Páez critica la «apropiación» de Sanz al incluir este contrato en el presupuesto de Urbanismo para 2024 como una novedad del nuevo gobierno, cuando en realidad se originó en la etapa de Muñoz.
El concejal socialista sostiene que la iniciativa socialista se suma a los esfuerzos de la empresa municipal de limpieza Lipasam y a otro contrato específico de Urbanismo para combatir grafitis en elementos patrimoniales. El equipo de Sanz reconoció la envergadura económica del contrato heredado y las acciones de Lipasam en respuesta al Grupo Socialista, mencionando también posibles modificaciones normativas para endurecer sanciones por incumplimientos, algo que, según los socialistas, ya estaba siendo abordado por el gobierno anterior.