El edil de Participa Sevilla ha mostrado su apoyo mediante un comunicado de prensa a las reivindicaciones de las camareras de piso, que se movilizarán este viernes en Sevilla (a las 19:00 horas en Plaza Nueva) y en otras ciudades de todo el Estado.
“Necesitamos abrir urgentemente un debate sobre el modelo de turismo y de ciudad por el qué apostar en Sevilla. Recibir a más y más turistas a cualquier precio no puede ser el objetivo de la ciudad”, ha reconocido Julián Moreno.
“Los últimos años se ha incrementado el número de turistas que visitan la ciudad, pero también el número de denuncias por las pésimas condiciones laborales que se sufren en el sector”, ha denunciado Moreno, que ha recordado que ya en mayo de 2016 la formación verde morada presentó en el pleno del Ayuntamiento una batería de medidas para mejorar la situación de estas trabajadoras, que está totalmente invisibilizada y precarizada.
En este sentido, las ‘Kellys’ denuncian jornadas laborales abusivas, bajos salarios, la necesidad de trabajar medicadas o el incumplimiento del convenio colectivo por la reforma laboral del PP y la elevada externalización que existe en el sector. “No es normal que por una habitación se pague más de 100 euros y la camarera que la limpie cobre dos míseros euros por su trabajo”, según Moreno, que ha alertado que en los últimos meses muy poco ha cambiado en el sector, ya que ni Junta de Andalucía ni Gobierno central, es decir, ni el PSOE, ni el PP “han movido un dedo” por defender los derechos de las más de 200 mil trabajadoras de este sector en todo el Estado.
“La legislación no se puede cambiar desde plaza Nueva, pero sí se podría poner en marcha una campaña que visibilizara con un sello o un certificado los hoteles que sí respetan los derechos laborales”, ha propuesto Moreno.
“Debemos apostar por un turismo que ni vulnere los derechos laborales, ni el derecho a una vivienda digna. La precariedad no puede ser el ADN del trabajo en este sector”, ha reconocido Moreno, que ha recordado al Gobierno de Espadas su apuesta por la puesta en marcha de la tasa turística, así como por medidas que garanticen el derecho a la vivienda digna ante la proliferación de pisos de alquiler para turistas, que a la vez provocan la expulsión de quienes los habitaban anteriormente.