La crisis agudiza el ingenio de las jóvenes promesas. Nuevos empresarios que arriesgan y lo dan todo por nada para triunfar en su ámbito. Dos jóvenes productores gaditanos se han atrevido con el cine y ya ruedan en Cádiz una serie ambientada en 1812. Aprovechan la celebración del Bicentenario para darse a conocer.
Antonio Campos. Un profesor, una enfermera, un joven buscado por la policía, la encargada de un bar y un suboficial al borde del despido. Aparentemente, nada tienen en común, pero un secreto que se remonta a 1812 les une.
Es el argumento de una serie producida íntegramente en Cádiz y que se ha convertido en toda una revelación. Está obteniendo el respaldo del público a través de internet, porque además, es el único medio en que puede seguirse. Al menos, de momento, porque la llamada de la tele ya se ha producido.
Su inspiración en el Cádiz de hace doscientos años no es casualidad. La capital gaditana celebrará en apenas unos meses el Bicentenario de La Pepa, la Constitución de 1812 que en la tacita de plata vio la luz. Aprovechando esta efeméride, y con un trabajado guión, la joven productora gaditana Blueside ha encontrado en el Doce el escaparate perfecto para darse a conocer.
“La idea era dar a conocer nuestra productora por medio de un producto que nos gustara. Y éste era muy interesante. Además, podía presentar a la ciudad, y esto nos atraía”, nos cuenta José Manuel Prada, alma mater, junto con Enrique Medina, de la serie.
La serie es cien por cien gaditana: calles, actores, voces, usos y, por supuesto, las costumbres… “Queríamos incluir a gente habitual de Cádiz, aunque eso sí, en situaciones no tan usuales por aquí”. Además, desmontando tópicos. “Queríamos desterrar esa imagen del típico gaditano gracioso, apasionado del carnaval, flojo…. Es un estereotipo de gaditano no del todo cierto. Hay muchos que se han marchado fuera porque aquí no encuentran trabajo”.
Pero, ¿qué significa Jindama? ¿Por qué ese título? “Jindama significa miedo en dialecto calé. Jindoy es la forma en que la comunidad gitana se refiere al miedo. Y es, precisamente, una palabra que agrupaba lo que queríamos expresar”, recuerda Prada.
Llamadas de Nueva York
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Y es que, verdaderamente, el suspense se respira desde el minuto 1 de la cinta. “La serie tiene tintes de thriller, suspense, terror… y todo basado en un contexto histórico que se remonta a 1812”.
Una serie que, desde sus inicios, cuenta con escaso presupuesto. Algo que no ha impedido cuidar todos los detalles técnicos y de imagen. “Echándole imaginación al asunto y dándonos a conocer, parece que este año va por buen camino la serie. Hay que tener en cuenta que esto es algo diferente a hacer una serie tipo Qué vida más triste, u otras series que están pegando por internet. Son más rápidas de ver, se basan mucho en el diálogo. Pero a nosotros nos gusta también lo visual. Y queríamos integrar todo: lo histórico, lo sonoro, lo visual… y mover la acción de sitio”, relata el joven productor.
Saben que el éxito no es cosa de un par de días, y por eso caminan con pies de plomo. Apenas cuentan con ingresos, pero poco a poco llegan los encargos. El último, del Ayuntamiento de Cádiz, que les encargó las pasadas navidades realizar el spot para anunciar las fiestas en las salas de cine.
Pero no sólo descuelgan el teléfono en su tierra. “Es curioso que, al haber subtitulado el primer capítulo al inglés, y al haberlo movido por foros estadounidenses, nos han llegado llamadas de productoras de Nueva York. Se vuelve a cumplir eso de que nadie es profeta en su tierra”.
Mientras, ellos continúan con el rodaje de Jindama. “Están escritas cuatro temporadas. Ya hicimos la primera, que puede verse dividida en varias partes en la web. Queríamos darle vida a la página mientras rodábamos la segunda, que se ha alargado. La idea es estrenarla en el mes de marzo, próximo al día de la Pepa”.
Muchos seguidores ya esperan nuevos capítulos. El Cádiz de cine, hecho por gaditanos, tiene su hueco en la red. Jindama. Es su título. Y seguro que seguirá dando de qué hablar.