Lamentable partido el disputado por el Real Betis en la tarde-noche de ayer. Este no es el camino y los aproximadamente 30.000 aficionados que acudimos al estadio verdiblanco nos marchamos con la sensación de que la penitencia a través de la segunda división va a ser más dura de lo que se pensaba.

Ismael F. Cabeza. Comenzó el encuentro con un Betis entonado, queriendo llegar al área rival con más corazón que acierto. Las primeras ocasiones, en especial un lanzamiento al larguero de Caffa, hicieron pensar que el gol verdiblanco más pronto que tarde llegaría y a partir de ahí el rival se tendrían que abrir y llegarían más goles béticos y… El cuento de la lechera, vamos.

El caso es que el tanto de Caffa en el minuto 41, de buen tiro raso pero que entró con fortuna, dio paso a un pequeño bajón del Betis que no llegó a mayores porque el árbitro dio por concluida la primera parte.

En la segunda mitad sólo saltó al césped el conjunto vasco. El Betis no dio dos pases seguidos, se olvidó de sacar el balón jugado y de la portería contraria y fue el Irún el que llevó el peso del partido.

La afición comenzó a inquietarse y se veía venir el gol visitante, que llegó demasiado tarde (obra de Abasolo en el minuto 84) para los merecimientos que atesoró un Irún limitadísimo técnicamente pero al que dio alas el propio Betis. La transformación fue brutal. No es que la primera mitad fuese nada del otro mundo, aprobado justito. Pero lo de la segunda parte es para hacérselo mirar.

Podríamos hablar de aspectos técnicos y tácticos, pero de eso deberá encargarse Antonio Tapia, quien tiene una ardua labor por delante. Las claves del partido fueron las siguientes:

•    Goitia: El portero vasco cuajó una magnífica temporada en el Málaga. Este año, no se sabe muy bien por qué, parece otro. Puede haberse contagiado de la poca seguridad que le ofrece la defensa pero eso no es excusa para ofrecer un mejor rendimiento a partir de ahora.

•    La defensa: El eterno lastre que padece este equipo. Nuevamente el equipo hizo bueno al rival, en este caso el Irún, un equipo voluntarioso pero muy limitado técnicamente. Carlos García falló más de la cuenta y Arzu perdió el sitio en algunas jugadas que bien pudieron haber costado más goles al Betis. Sin saber a ciencia cierta el rendimiento que podrían ofrecer los centrales del filial, bien haría el míster buscando alternativas. De lo contrario, se seguirán marcando goles pero en defensa se va a seguir pasando mal.

•    El centro del campo: Buen partido de Juande y muy bueno de Iriney, probablemente el mejor jugador del Betis en este encuentro. Las bandas: Odonkor cuajó una buena primera mitad, centró con acierto en varias ocasiones (esperemos que se entone en este apartado a partir de ahora) y se desfondó en la segunda parte. Caffa no acertó con sus pases y no estuvo fino a balón parado. Voluntarioso y afortunado en el gol, debe rendir mucho más para ganarse un puesto de titular cuando se recuperen los lesionados.

•    La delantera: Mal partido de Sergio García y mejor Pavone, voluntarioso y asistiendo con peligro pero sin acierto de cara a la portería rival. Rodri aportó frescura y en de sus botas salió el único peligro que generó el Betis en toda la segunda parte.

El entrenador del Real Unión, Iñaki Alonso, comentaba en la rueda de prensa posterior al partido que un aficionado verdiblanco le había dicho que si el Irún no había ganado el partido no iba a ganar en ninguna parte. Lo que antes del partido se hubiese pensado que era una afirmación exagerada, después de ver el partido parece bastante más acertado.

Mucho tendrá que mejorar el Betis para afianzarse en los puestos altos de la tabla. Es cierto que el nivel de esta segunda división es bajo y que pese a los últimos resultados el equipo de Tapia sigue muy cerca de los tres primeros clasificados, pero tras siete jornadas está bastante claro que sólo con el nombre no se gana y queda mucho por hacer.

La segunda división es larguísima (como dijo Antonio Tapia tendremos que pasar del calor al frío y de nuevo al calor y aún no habrá acabado la temporada) y hay que adaptarse a sus exigencias si se quiere llegar a Junio con opciones de ascenso. Cualquier equipo, con orden, puede llegar a desarbolar al conjunto verdiblanco y eso no lo puede permitir si se quiere confirmar como claro aspirante al ascenso. Y el Betis, pese a que no ha tenido mal comienzo, aún no se cree que está en segunda. Y ese puede ser el mayor problema que tenga que superar.

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