El rey junto a Chaves y Monteseirín ayer, en su visita al Salvador

El rey Juan Carlos inauguró ayer la restaurada Iglesia Colegial del Divino Salvador. En el acto, el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo definió el templo sevillano como «evangelio vivo donde la piedra, el retablo y las imágenes hablan de Dios». A las puertas de la iglesia, un grupo de manifestantes con banderas republicanas incomodó a los asistentes gritando “Viva la República”.

A pesar de que el día no mostraba la alegría típica de la capital andaluza, don Juan Carlos llegó a las puertas del templo en torno a las 12:30 del mediodía. Allí lo esperaba, junto a Carlos Amigo Vallejo, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, la consejera de Cultura, Rosa Torres, y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín entre otras autoridades.

Amigo Vallejo subió al atril para agradecer al rey su presencia en el acto oficial de inauguración de la restauración de El Salvador. Además, destacó la condición del templo como panteón, pues allí descansan los restos de los abuelos maternos del su majestad, Don Carlos de Borbón y Dos-Sicilias y Doña María Luisa de Orleans, padres de Doña María de las Mercedes, Condesa de Barcelona, enterrados junto a la imagen de Jesús de la Pasión. El cardenal hizo referencia también a las contribuciones del pueblo de Sevilla y de entidades privadas y quiso resaltar «el reconocimiento especial que merece Juan Garrido Mesa, alma y magnífico gestor de esta tarea», que falleció en mayo de 2007, pocos meses antes de ver terminada la obra de la que fue delegado episcopal durante años.

Tras descubrir una placa conmemorativa de su visita al templo, al que no acude desde que en 1992 le fuera entregada la Medalla de Oro de la Hermandad de Pasión, el monarca recorrió con detenimiento toda la iglesia, oyendo atentamente las explicaciones del arquitecto encargado de la obra de restauración, Fernando Mendoza, y fue deteniéndose en cada una de las capillas.

Por último, junto a la capilla de la Hermandad de Pasión, rezó un Padre Nuestro en compañía del vallisoletano Amigo Vallejo poniendo así fin a su recorrido por el templo, del que salió sobre las 13.15 horas tras firmar en el Libro de Honor.

Protestas y aplausos

Durante el acto, decenas de personas congregadas en la Plaza del Salvador agradecían la visita del penúltimo sucesor de la dinastía borbónica con gritos de “viva el rey». Por otra parte, un grupo de manifestantes republicanos increpaban el ambiente católico y monárquico del acto con gritos de “viva la República”.

El conflicto no pasó a mayores y rápidamente se disolvió ante la lluvia otoñal de Sevilla. Tras su visita a la iglesia del Salvador, el rey continuó su estancia en la ciudad, con la inauguración de la nueva fábrica de cerveza de Heineken-Cruzcampo en la barriada de Torreblanca, , así como una cena con el Foro Iberoamérica en el Real Alcázar.

Cinco años de obras

El cardenal arzobispo de Sevilla ya ofició el pasado 2 de marzo la misa de consagración al culto público de la Iglesia del Salvador, después de cinco años de obras en los que el templo ha sido sometido a una restauración integral, que ha supuesto un coste de 12 millones de euros.

La restauración ha estado en manos de la empresa Bellido, destacando el papel jugado en todo el proceso por Juan Garrido Mesa, delegado episcopal para El Salvador y Francisco Mendoza, arquitecto vinculado a este templo desde hace veinte años. Las principales labores han sido las de la limpieza, fijación y reposición de piezas deterioradas. Ello ha permitido la recuperación de la luminosidad de los muros, así como el descubrimiento del arco de mármol que enmarca el altar de plata y que durante mucho tiempo ha permanecido tapado por una capa de pintura. También ha salido a la luz la nueva cripta subterránea, donde se encontraron restos arqueológicos de una antigua mezquita sobre la que se construyó la actual iglesia.

Un templo con historia

La Iglesia Colegial del Divino Salvador es la más popular del centro de Sevilla. Levantada sobre los restos de la Mezuita Mayor de la Isbilya califal (siglo IX), mantuvo el rango ostentado de segundo templo de la ciudad durante varios siglos.

Tras la conquista cristiana de Sevilla, en 1340 se decidió convertirla en la ‘Parroquia del Salvador’, para lo que le fue otorgada el carácter de colegiata. Hacia 1671, el deterioro del templo hizo necesaria una primera restauración.

La construcción tal y como la vemos hoy, dio comienzo en 1674, finalizando en 1672. El arquitecto Leonardo de Figueroa, fue el encargado de dar fin a las obras del templo. La iglesia, en la que se asientan las hermandades sacramentales de ‘El amor’, ‘La Borriquita’ y ‘la Pasión’, permanecería sin remodelaciones importantes hasta su cierre al público en 2003 por su grave deterioro.

Con la finalización de las obras y la inauguración del templo por el Rey Juan Carlos, los 14 retablos de la iglesia, catalogada como monumento desde 1985, vuelven a relucir bajo el cielo de la ciudad más barroca de Andalucía. Donde alcanzarán su punto álgido con la llegada del azahar y con él, de la Semana Santa sevillana.

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Licenciado en Periodismo y Máster en Sociedad, Administración y Política, puso en marcha el 'Proyecto Deguadaíra', germen de Sevilla Actualidad. Ha pasado por El Correo de Andalucía, Radio Sevilla-Cadena...