Ayer se iniciaron en la Ronda Histórica las primeras catas y sondeos ordenados por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía para la redacción del proyecto constructivo de la línea 3 de metro. Tras conocerse hace unos días que no habrá problemas arqueológicos, 55 sondeos entre 20 y 25 metros de profundidad nos informarán del estado del suelo en la mitad norte de la línea (Pino Montano-Prado).
Sevilla Actualidad. Hace unos días, Fernando Amores, el responsable de los trabajos arqueológicos de la línea 3, dio por hecho que en todo esta parte del trazado de la línea 3 no surgirán restos importantes que impidan hacerlo subterráneo. “Las posibilidades son escasas, y si sale algo será muy residual”. Sus razones apuntan a que el entorno está muy estudiado y que además es una zona “muy castigada” históricamente.
Es un sector que estaba al pie de la muralla, que siempre se allanaba para no dar facilidades a un hipotético atacante. Muralla que por cierto, después fue arrancada piedra a piedra por los sevillanos para reaprovechar estos materiales. “Todo está muy arrasado”, reiteró Amores.
Estas declaraciones hicieron al Ayuntamiento de Sevilla reforzar su tesis de que “El Metro debe ser bajo tierra, el modelo es siempre la línea 1”, apuntó el delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.
Pues bien, la Consejería de Obras Públicas, haciéndose eco de estos análisis técnicos ha iniciado ya los sondeos y catas geotécnicas cuyo objetivo en concreto es «analizar las características de los terrenos y detectar la existencia de servicios que pudieran verse afectados durante las perforaciones que se tendrán que realizar durante las obras».
La Consejería informó de que la primera fase de los trabajos se localizarán en la mitad del trazado de la línea, desde el barrio de Pino Montano hasta el cruce entre la avenida de la Borbolla y la de Carlos V, en el Prado de San Sebastián.
Obras Públicas confirmó en un comunicado que a lo largo de esta primera campaña se realizarán un total de 55 sondeos y que se efectuarán a una profundidad de entre 20 y 25 metros, permitiendo conocer las características del subsuelo.
Asimismo, en cada uno de los puntos propuestos se realizarán, con carácter previo, catas geotécnicas consistentes en pequeñas excavaciones de 1,5 metros de profundidad que posteriormente serán repuestas. En el caso de líneas eléctricas, se emplearán técnicas radar para ubicar con precisión su situación.
Los vecinos y comerciantes de la zona que han empezado a mostrar su opinión negativa en los medios, no tendrán excusa, de momento, ya que estas pruebas acarrearán, en todo caso, cortes de tráfico parciales en el carril bus. Estos cortes serán coordinados con el Área de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla.
La Consejería quiso destacar en su comunicado que estos trabajos refuerzan su compromiso adquirido con la línea 3 como prioridad en el transporte metropolitano por su interconexión con la línea 1 y por que atiende a zonas muy pobladas y equipamientos importantes.
No obstante, todavía no es seguro que sea bajo tierra, como defiende el Consistorio sevillano y la mayoría de los usuarios. En cualquier caso, el hecho de que no fuera subterránea sólo atendería a motivos meramente políticos y no a complicaciones arqueológicas.