La Policía Local de Sevilla ha desplegado de nuevo este pasado fin de semana el dispositivo especial de control de las concentraciones de jóvenes con el objetivo de garantizar el derecho al descanso y contribuir al cumplimiento de las medidas fijadas por las autoridades sanitarias para evitar la propagación de la COVID-19.

En concreto, durante las madrugadas del viernes y el sábado los agentes intervinieron para disuadir 29 botellonas en distintos puntos de la ciudad y en 24 actuaciones relacionadas con exceso de ruido. En el conjunto del operativo de este fin de semana, se gestionaron 155 sucesos por parte de la Policía Local.

Junto con los ya mencionados, se actuó en 31 cuestiones relacionadas con la seguridad ciudadana –se practicaron tres detenciones, una por intento de robo en una frutería, otra por quebrantamiento de condena y la tercera por reclamación judicial– y en 12 incendios o conatos junto con el Servicio Municipal de Bomberos. Asimismo, se inspeccionaron 28 establecimientos, con un total de 10 actas de infracción por diversos motivos, aunque sólo uno requirió su precinto. 

Se trataba de un local sito en el Distrito Macarena que fue denunciado por presunta defraudación del fluido eléctrico, pues tenía la instalación sin pasar por contador ni por los reglamentarios dispositivos de protección, con el consiguiente riesgo. Además, el local en cuestión no presentó licencia de apertura ni de veladores, de ahí que se procediera al desalojo de la quincena de personas que estaban en su interior y al precinto y clausura del mismo. 

En el conjunto de este fin de semana, asimismo, la Policía Local practicó unas 200 pruebas de alcoholemia, con 10 positivos administrativos, un positivo positivo penal, uno sin carnet de conducir y varias infracciones por no tener en vigor la ITV o el seguro obligatorio.