El portavoz de IU lamenta que el Gobierno local vaya a cesar a los representantes de la oposición.
El portavoz municipal de Izquierda Unida en Sevilla, Antonio Rodrigo Torrijos, ha censurado hoy la intención del Gobierno local de cesar en el próximo Pleno a los representantes de los partidos políticos de la oposición que formaban parte de la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones, más conocida como la Oficina del Defensor del Ciudadano.
Torrijos ha criticado que el PP haya optado finalmente por la salida “más sectaria y excluyente” a la crisis desatada en el seno de este órgano, después de que trascendiera el polémico perfil de la persona designada por el Gobierno local para ocupar el cargo de presidente, el comandante en la reserva José Barranca, “quien, como es sabido, en 2006 apoyó públicamente al general José Mena cuando éste se postuló a favor de una intervención militar ante el estatuto de autonomía que entonces promovía Cataluña”.
El concejal de IU ha lamentado que el Gobierno local “haya terminado anulando por completo el sentido original de la Oficina del Defensor del Ciudadano, en vez de haber abierto un proceso de diálogo con los grupos políticos del Consistorio para consensuar el nombramiento de un nuevo presidente –vistos los antecedentes de Barranca– que reuniese los requisitos de pluralidad e imparcialidad necesarios para este puesto”.
Según Torrijos, “ahora se demuestra lo que ya veníamos denunciando en Izquierda Unida desde hace tiempo: que el Gobierno local ha convertido la Oficina del Defensor del Ciudadano en una entidad electoral y política al servicio del PP”.
Esta situación –ha explicado— “se producía de facto desde octubre, cuando los vocales propuestos por IU y PSOE dejaron de asistir a las sesiones de esta institución, al considerar que la trayectoria de Barranca le inhabilitaba totalmente para ejercer dicha función. “Y ahora lo que se busca es ratificarla oficialmente”, ha apostillado.
Por último, Torrijos ha sostenido que expulsar de la Oficina del Defensor del Ciudadano a los miembros que no son del PP supondrá la defunción definitiva de este órgano, “que en lo sucesivo será lo que quiera el PP que sea pero no tendrá nada que ver con la naturaleza ni con los objetivos para los que fue concebida cuando se creó”.