El delegado Cultura, Antonio Muñoz, asiste a la presentación del concierto de clausura del Año Murillo. / Pepo Herrera

Este miércoles 13 de marzo se ha presentado e en el Teatro de la Maestranza el espectáculo de clausura de Año Murillo. Dirigida por Rafael Villalobos, la propuesta se titula ‘Saltar el muro. Síntesis escénica de un año’ y está planteada como una evocación alegórica de lo que ha significado esta gran efeméride cultural para Sevilla.

Al acto han asistido el delegado de cultura Antonio Muñoz y la directora de Cultura, Isabel Ojeda. También ha acudido Rodrigo Molina, director regional de Andalucía Occidental de Banco Sabadel.

Antes de explicar el proyecto que pone fin a la gran celebración del cuarto centenario del genio de Barroco, Muñoz ha vuelto a manifestar su satisfacción ante la respuesta ciudadana en Año Murillo, cuya última exposición, la antológica del Museo de Bellas Artes, se clausura el próximo 17 de marzo.

Precisamente en torno a esta Sevilla más madura culturalmente gira la obra de Rafael Villalobos, director sevillano de gran proyección internacional y flamante Premio Fundación Princesa de Girona (FPdGi) Artes y Letras 2019, que ya había participado en Año Murillo con el celebrado auto sacramental ‘Gratia plena’. Tras un año de análisis multidisciplinar de la figura del pintor, este nuevo montaje propone saltar el muro y mirar al horizonte a través de una reflexión escénica que conjuga en un mismo espacio a artistas de diferentes disciplinas y estilos, en un ejercicio que sintetiza la transversalidad de las propuestas que han tenido cabida en este año de celebración del maestro.

“Todos hemos aprendido durante estos meses. De Murillo y de su obra, de formas de hacer cultura y de recibirla e interpretarla. El conocimiento del pintor era muy epidérmico en la ciudad y hoy, con la investigación, las restauraciones, el congreso de Año Murillo, las exposiciones y los diversos espectáculos, sabemos mucho más sobre el homenajeado”, ha manifestado Muñoz, que ha recordado que, desde un primer momento, el Ayuntamiento no quiso celebrar un aniversario al uso sino aprovechar la innovación del genio para llegar a propuestas “insólitas, vanguardistas e inesperadas”.

El delegado también ha dado las gracias a la Fundación Banco Sabadell por su colaboración en la inauguración y clausura de la efeméride y al Maestranza por ser el escenario del principio y el final de este gran año cultural.

Por su parte, la directora de Cultura ha explicado la coherencia que supone la elección de la obra de Villalobos para el cierre de Año Murillo. “Desde el comienzo de este año cultural sabíamos que partíamos del Barroco pero teniendo muy claro que trabajábamos desde el siglo XXI. La mirada innovadora de Murillo ha sido el puente de conexión entre un mundo y otro. Por ello, hemos decidido darle voz a los creadores que están realizando propuestas hoy y que comparten con el maestro esa capacidad para innovar. Además, decidimos que el programa fuera un paraguas en el que todo el mundo se sintiera cómodo, poniendo el acento en llegar a escolares o a zonas de la ciudad más alejadas del centro”.

Un año cultural a escena

Según Villalobos, ‘Saltar el muro’ es una experiencia catárquica donde se desdibujan los límites entre la tradición y la vanguardia en una ciudad que durante este tiempo ha cambiado su manera de entender las artes. “Un año cultural al final es una celebración pero también una lucha. Partimos la idea de la resaca del día después de una exposición o de una fiesta para reflexionar sobre esa dualidad, la celebración y el combate”, argumenta Villalobos. Por otro lado, se trata de un espectáculo escénico musical que ofrece conceptos barrocos desde una perspectiva actual para reflexionar qué queda en la ciudad después de Año Murillo.

Entre esos creadores actuales brillan varias figuras andaluzas que, a modo de Murillos del siglo XXI, transitan entre lo antiguo y lo nuevo, lo místico y lo mundano, como lo hizo el pintor. “Hemos reunido, como se ha hecho a lo largo de la efeméride, a artistas y piezas que en principio no parecen tener relación pero que retan al espectador para que se sitúe en una nueva perspectiva a la hora de escudriñar el pasado y presente”, expone el director. Entre los nombres del montaje destacan la compositora Elena Mendoza, una de las más reconocidas de Europa y, a ojos de Villalobos, todavía una gran desconocida para el público sevillano. “Leonor Leal interpretará las piezas de Mendoza. Ella es una de las bailaoras que mejor entiende el flamenco desde lo contemporáneo”, añade.

En cuanto a los textos, junto a pasajes del propio Villalobos, se musicarán poemas del periodista y escritor Braulio Ortiz, que comparte con el director el haber crecido en un entorno cultural que constantemente bebe del XVII. “Álvaro Romero, uno de los cantaores más interesantes del momento por su vertiente activista LGTB, será el encargado de poner voz a sus versos junto a la electrónica de Toni Martín”. Además, la propuesta cuenta con la presencia de María Bayo, uno de los grandes referentes del Barroco español, y con el conjunto instrumental Forma Antiqva, dirigido por Aarón Zapiko.

El vestuario está realizado en colaboración con el diseñador Palomo Spain, que actualmente es uno de los modistos más internacionales del diseño andaluz y, confirma Villalobos, “uno de los artistas que mejor ha sabido llevar los conceptos del Barroco a la contemporaneidad”.

“Hemos encontrado el equilibrio entre lo de aquí y lo de fuera, porque no podemos caer en el chovinismo, para contar con intérpretes como el guitarrista Jürgen Ruck, entre los mejores de Europa, y la performer Delapuríssima, que se nutre directamente de la figura de la Inmaculada. Para mí era importante no sólo pensar en Murillo sino también en su propio centenario. Esta es la clausura de muchas cosas que han sucedido durante un año que ha ahondado desde un punto de vista académico en el pintor y su obra pero que ha sabido guiarse por una transversalidad que lo ha ligado al presente”, ha resumido Villalobos.

Por su parte, y en nombre de la Fundación Banco Sabadell, Rodrigo Molina ha señalado que “ha sido un placer formar parte de Año Murillo, que ha acercado a todos los públicos el legado cultural de este pintor universal a través de una completa programación cultural”.