Publicado enEl Graderío de la Catedral

Hipócritas

A veces, los poderosos, convencidos de su omnímodo poder e ilimitado conocimiento, se permiten el lujo de hablarnos como auténticos gilipollas. ¿Por qué? Pues porque si yo hablo como si llevara la razón, lo mismo también consigo que nadie me lleve la contraria. Y a diario  pasa esto, pero ya el otro día la Iglesia […]