Publicado enEditorial

La tristeza de una nonagenaria

María enviudó hace más de 30 años. Huérfana de madre desde niña, tuvo una infancia dura por las guerras y situaciones familiares. Tras pasar por Málaga y Valencia, se trasladó a la zona noble de la antigua Sevilla, esa Sevilla habituada a tener servicio y que este estuviese en un segundo escalón.