¡Cómo pasa el tiempo! Hace cinco años, un 2 de Diciembre, vio la luz esta asociación a la que decidimos bautizar ‘sevillasemueve’. Nos movía principalmente la red completa de Metro, con vistas a plasmar nuestro parecer, al tiempo que preveíamos sucesivas polémicas en torno a la arquitectura contemporánea que comenzaba a asomarse a la ciudad.

 

Así, Metropol Parasol ha culminado una acertada revitalización de un deprimido espacio del centro. La torre de César Pelli sigue su camino tras superar el surrealista ‘trámite’ con el que una serie de personas pretendió seducir a la UNESCO enunciando mentiras como si fueran portavoces de toda la ciudad.

Algo parecido sucedió con la biblioteca de Zaha Hadid, donde el cainismo y el interés particular de un grupo de vecinos se encargó de despreciarla, a pesar de que en el Prado aún hoy sigue existiendo una parcela edificable según el PGOU vigente.

Pero nosotros seguimos tratando de mover a Sevilla. Espolearla en el eterno adormecimiento que volvió tras el 92, cuando nuestra ciudad y Andalucía, se pusieron al día tras el enorme déficit de inversiones e infraestructuras de décadas anteriores. Pasada la Exposición Universal, lejos de aprovechar el trampolín de lo conseguido, la ciudad se durmió de nuevo. Así, volvieron a castigarnos con la falta de inversión sin que a nadie pareciera importarle, ni a los sucesivos políticos en las diferentes administraciones, ni al ciudadano medio, conforme con todo mientras vea jugar sus equipos, tome una copa de manzanilla en la Feria de Abril o disfrute del procesionar de una cofradía en Semana Santa. Todos ellos son Sevilla, pero Sevilla es y debe ser, mucho más.

Sevilla, como ciudad y área metropolitana, ¿hacia donde camina? Pasan los años y seguimos atascados en los mismos problemas. Algo se ha mejorado en transporte, el éxito de la red de carriles bici y de la línea 1 de Metro es irreprochable, pero las demás soluciones, viendo la actitud de la Junta de Andalucía con Sevilla, ni están ni se las espera. Para colmo de males, esta semana vemos que, a pesar de que los proyectos de las líneas 2, 3 y 4 llevan años redactados, el alcalde de Sevilla aceptaría tramos en superficie. A nadie se le escapa la falta de financiación, pero hay que ser consciente de que asumir esos cambios supondrá sacrificar la movilidad del futuro, debido al notable descenso de la velocidad comercial y las trabas urbanas que ello generaría.

Nada se sabe de otros grandes proyectos como el dragado, donde las administraciones implicadas naufragan sin mover un dedo, la nonata Ciudad de la Justicia o la culminación de la SE-40 y otras vías imprescindibles, o la histórica conexión ferroviaria que impulse el aeropuerto. Atrás quedaron otros, como la huida de ‘laCaixa’ de las Reales Atarazanas, que ahora continúan abandonadas a su suerte, o la conmemoración del V Centenario de la primera Vuelta al Mundo, que zarpó desde la ciudad en 1519 y entorno a la que nos unimos diversas entidades de la sociedad civil sin que haya trascendido mayor apoyo institucional que alguna palmadita en la espalda.

Sevilla no tiene un rumbo claro, las inversiones se buscan a impulsos sin saber qué se persigue como ciudad. Lo mismo da un par de mercados gourmet, un parking subterráneo, un Museo de las Tradiciones Sevillanas, unos astilleros, un Paseo del Arte y su piscina fluvial, etc. Al tiempo, la terciarización de nuestra precaria economía se vende como un rotundo éxito al que no podemos renunciar, llámese IKEA, Primark o Costco, por citar algunos ejemplos.

Ahora cerramos los ojos y pensamos en el reciente anuncio de apertura de un Centro Pompidou en Málaga, que, eso sí, a golpe de talonario y con el adecuado apoyo institucional, ha creado en los últimos años una destacada oferta cultural donde antes existían discretos atractivos. Damos la enhorabuena desde aquí y reflexionamos: ¿por qué Sevilla es incapaz de marcarse objetivos claros y definidos, más o menos ambiciosos, y desvivirse por conseguirlos? ¿Por qué los objetivos y metas de esta ciudad varían tanto en tan poco tiempo y terminan, habitualmente, haciendo aguas? ¿Podemos o debemos hacer algo por mejorar o cambiar las cosas?

Con ese objetivo, un día decidimos unirnos sociedad civil y entidades culturales para retomar la Noche en Blanco, con repetidos éxitos en sus dos ediciones, donde tampoco quisieron ir de la mano todos las administraciones, siendo especialmente significativo el cerrojazo de los museos durante el evento. Eterno parece el estancamiento de nuestra pinacoteca, que sigue marginada sin el impulso institucional y político que debiera convertirla en referente de la cultura no sólo de Andalucía, sino de España.

Como muestra de lo que exigimos a nuestros responsables políticos, hemos tendido la mano en busca de objetivos comunes. Así, participamos en la creación de la Asociación Sevilla Por el Metro o patrocinamos la muestra Recuerdos de una Exposición Universal: 1992-2012, enmarcada en el programa de la Asociación Legado Expo Sevilla para el 20 Aniversario de Expo’92. También hemos contribuido en causas como la iniciativa de Sala Cero Teatro y el arquitecto Juan Ruesga por proteger el Teatro Cervantes y otras muestras del patrimonio de nuestra ciudad.

Sevillasemueve cumple un lustro defendiendo, con espíritu crítico y constructivo, que otra Sevilla es posible. Llevamos años trabajando codo con codo con todos los agentes implicados en busca del progreso económico, social y cultural de la ciudad. Esto no significa renunciar a nuestra valiosa historia, pero somos conscientes de que una ciudad no es más que el paso de los siglos por ella, y el siglo XXI no puede ser una página en blanco para Sevilla.

No nos cabe duda de que para ello la ciudad debe levantarse y opinar. No es tiempo de vivir a remolque de entidades gubernamentales viciadas, debemos exigir una mayor compenetración donde la ciudad sea el fin último, pero debemos exigirlo activamente, no basta con ser un convidado de piedra. El movimiento se demuestra andando y nosotros seguimos nuestro camino, sumando a cuantos quieran remar desde este barco que mira a Sevilla con otros ojos.

Asociación ‘sevillasemueve’