Están los polos de la ciudad que trinan por la nueva rotulación de la calle Pilar Bardem por la de Virgen de las Mercedes.

Unos trinan porque una calle de una actriz española nacida en Sevilla (por accidente según la protagonista) va a ser cambiada por el nuevo equipo de Gobierno de la ciudad por el de la Dolorosa de la Hermandad de Santa Genoveva, núcleo devocional del Barrio del Tiro de Línea. Otros trinan porque nunca se debería haber puesto el nombre de la reaccionaria actriz, que siempre ha ninguneado a la ciudad que la vio nacer y que se ha jactado de que sus habitantes le caigan mal.

Mi conclusión va más allá… no creo que debamos perder el tiempo en enrabietarnos con la desagradable actriz ni mucho menos darle lugar a que suelte algunos de sus floreados piropos a nuestra ciudad con ese estilo poco señorial y barriobajero que tiene. No teníamos que haberle dado esa posibilidad.

Pero sobre todo, lo que nunca deberíamos haber hecho es mezclar el nombre de una hermandad, y en concreto el nombre de una imagen devocional de Sevilla, con esta cuestión que sabían todos que se iba a mirar desde el prisma político y poco riguroso a que nos tienen acostumbradas las editoriales partidistas.

Los dirigentes son torpes, provocadores y catetos, los que lo hicieron y los que lo pretendieron solucionar. Catetos por retirar la calle a un General anterior a la supuesta época que intenta enterrar la memoria ¿histórica? creyendo que éste era su hijo. Provocadores por, encima de que ya generaba debate la retirada de muchos nombres, ponerle el de una señora nada simpática a los ojos del sevillano, insulsa, provocadora y varios condicionantes para no ser plato de gusto del sevillano haciendo tan solo gala de un favor político y peloteo trasnochado. Pero es que los que vienen no hacen gala de ser mejores y mezclan a una hermandad en un debate político y exponen a la hermandad en un debate que no debe ir con ellos.

¿Cuántas calles hay en el Tiro de Línea para poder ponerle a una de ellas el nombre de la Dolorosa? Sierras de Andalucía, pueblos de la Provincia, y otros tantos que ni hubieran piado de desaparecer del callejero sevillano. Pero no, una calle que ya generó debate la cambian por la de la Virgen provocando que los abrazafarolas afinen los dientes para morder. ¿Por qué no recuperar la de General Merry y restablecer en su familia el error de los otros indocumentados?

Que fácil hubiera sido hacerlo medio bien, no mezclar a una hermandad en este debate, contentar a sus hermanos y devotos, restablecer el honor de la familia Merry y retirarle la calle a la pasionaria de  Almodóvar.

Gobernar no debe ser sencillo, pero qué sencillo parece cagarla una y otra vez por no gobernar para todos.

Carlos Cabrera Díaz

Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...