Las acampadas persisten en la mayor parte de las capitales españolas a pesar del acoso irracional de las autoridades locales. La Junta Electoral Central prohibe la manifestación del sábado de reflexión.
Las jornadas de protesta iniciadas el pasado domingo 15 de mayo con la manifestación convocada por la plataforma social DemocraciaRealYa!, continúan en la mayor parte de las ciudades españolas a pesar de las prohibiciones y actos represivos perpetrados por las autoridades locales. Las acampadas de jóvenes surgidas en capitales como Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia o Málaga resisten a la lluvia y a la Policía en un ejemplo de coordinación comunitaria que incluye el establecimiento de comisiones de limpieza, alimentación, infraestructuras o comunicación. Del mismo modo, se ha habilitado un espacio de debate permanente en el que cualquier ciudadano puede aportar ideas o expresar los motivos de su indignación.
La Puerta del Sol de Madrid se ha erigido como el centro neurálgico del movimiento con una afluencia constante de personas de todas las edades y procedencia social. La celebración de una asamblea colectiva cada día a las 20:00 horas canaliza, asimismo, el sentimiento de malestar general hacia la clase política y la necesidad de un cambio hacia una Democracia real.
Los asistentes de las acampadas han puesto un especial énfasis en que sus reivindicaciones son pacíficas y han eludido las provocaciones de algunos medios de comunicación especialmente beligerantes con el levantamiento que aprovechan la coyuntura para difundir un miedo irracional.
Los portavoces del Movimiento 15-M han expresado su deseo de mantener la protesta hasta el domingo 22, día de elecciones municipales en todo el territorio nacional, sin embargo han negado que coordinarán una manifestación el sábado de reflexión tras el anuncio de prohibición emitido por la Junta Electoral Central a las 23:00 horas del día de ayer. El organismo postula que “el ejercicio del derecho fundamental de reunión se ve modulado durante el desarrollo de la campaña electoral por una serie de disposiciones de rango legal cuyo propósito es compatibilizar su pleno disfrute con la celebración de un proceso electoral limpio, transparente, objetivo y en condiciones de igualdad para todos los que en él participan”
El impacto de la llamada spanish revolution se ha hecho sentir en todo el mundo ocupando las portadas de los periódicos internacionales más prestigiosos y desencadenando una ola de protestas en capitales como París, Nueva York, Berlín o Lisboa frente a las embajadas y consulados españoles.
La campaña electoral también se ha visto alterada por la inesperada irrupción de los ‘indignados’ en la calle, y los líderes de diferentes partidos políticos han modificado su discurso para congraciarse de una forma u otra con las peticiones de estos, desplazando, al mismo tiempo, las tradicionales pugnas dialécticas entre formaciones o las consustanciales promesas electorales.
El movimiento de protesta ha estado apadrinado desde su origen por el escritor e intelectual José Luís Sampedro, prologuista del best-seller revolucionario de Stephane Hessel y autor de uno de los artículos de la obra coral Reacciona!, coordinada por Rosa María Artal. Sampedro ha manifestado su pesar por no poder asistir a las convocatorias ciudadanas y ha vuelto a reiterar en una entrevista la necesidad de un cambio político real.
Las jornadas reivindicativas continuarán a lo largo del día de hoy en la mayor parte de capitales españolas auspiciadas por la transmisión vírica de información a través de las diferentes redes sociales. En Twitter, ayer se mantuvo durante todo el día los trending topics #notenemosmiedo, #acampadasol o #globalcamp; unos 150.000 personas firmaron en red una carta para exigir la autorización de la concentración de Sol; mientras que en Facebook la página de Movimiento 15-M ya cuenta con 12000 amigos con tan sólo un día de existencia.
En Sevilla, las protestas continúan en la plaza de la Encarnación con el apoyo de cientos de personas que acampan cada noche en las recién inauguradas ‘setas’ del Metropol Parasol.