Publicado enLa vuelta de tuerca

Gracias

Apenas pude verte. Cuando llegué él ya estaba dentro y solo a través de una pequeña rendija de la puerta pude ver tu silueta. Eras una mujer. Desde entonces, para mí un ángel con bata blanca que acertó a dar con la dolencia de lo que a mí en aquel momento más me dolía.