Lo estaba viendo venir. Me lo figuraba. Intenté aceptarlo con naturalidad, como el que ve caer las hojas de los árboles ahora que Octubre arranca las historias vivas de las copas que caducan en los parques. Lo comprendí, porque se hizo siempre, o al menos en mis tiempos se hacía…y todo se acaba especializando.
Condones
Publicado enEl Graderío de la Catedral