Ben Margolis, coordinador de la campaña internacional TckTckTck, que engloba a más de 200 organizaciones en todo el mundo, explica los fundamentos de su éxito tras la marcha del día 12 en Copenhague, en la que participaron miles de personas de decenas de organizaciones distintas.

Clara Morales, Copenhague / Especial para Sevilla Actualidad. Ben Margolis dejó el colegio a los 15 años y se dedicó a viajar por todo el mundo, desde China hasta África: “Conocí a muchas personas cuyas vidas habían sido destrozadas por el cambio climático”. De ahí surge la campaña TckTckTck, de la necesidad de hablar “por aquellos que no tienen voz”. Más allá de las campañas basadas en el discurso de un líder, Margolis basa el éxito de TckTckTck en su diversidad. “Sentimos que los caminos seguidos hasta entonces seguramente no serían suficientes. Decidimos cambiar”, afirma. Esta acción internacional se planteó desde su inicio representar a grupos más allá de la imagen del “ecologista clásico”: “no somos la voz usual, no sólo representamos a las ONG, aunque también lo hacemos”.

El punto de partida fue la Cumbre de Poznan en diciembre de 2008. “Fue tan mal, que las organizaciones dieron con la necesidad de comunicarse entre sí, de crear unidad”. Entonces se plantearon cómo cambiar el juego. “El que estaba sujetando una vela en un acto en el último pueblo de México debía sentir que lo estaba haciendo para algo”. Para crear esta unión necesaria, estudiaron los principios y exigencias de distintas organizaciones y focalizaron en los puntos comunes. Pese a las diferencias entre las organizaciones, que iban desde grupos cristianos, musulmanes, o judíos hasta asociaciones antisistema o comunistas, Margolis cuenta: “encontramos tres palabras para definir el acuerdo que queríamos: justo, ambicioso, y vinculante. Todos queríamos esto”. Dieron también con un consenso en la exigencia de reducción de emisiones de CO2 en un 40% para 2020 respecto a los niveles de 1990, y la necesidad de destinar dos mil millones de dólares para la adaptación y mitigación del cambio climático en los países pobres.

Tras la gran manifestación con motivo del Día Global de Acción Contra el Cambio Climático, la coalición TckTckTck sigue activa sin realizar grandes acciones prefijadas. “No sabemos qué políticas se van a seguir, así que debemos ser flexibles para poder reaccionar rápidamente. Lo necesario era crear una red que lo permita”.

Tras la Cumbre de Copenhague se plantean dos retos para esta coalición: conseguir la logística necesaria para continuar la red y mantener la unidad tras las diferentes reacciones que surgirán cuando se conozcan las conclusiones de la cumbre. “Este es el momento, y queremos mantenerlo”.

Manifiesto sobre cambio climático y seguridad alimentaria

Vandana Shiva, la célebre activista india experta en agricultura, presentó ayer en la cumbre paralela a la celebrada por Naciones Unidas en Copenhague, el Klimaforum09, el manifiesto sobre el cambio climático y el futuro de la seguridad alimentaria. El texto parte de los trabajos realizados en Florencia a finales de 2007 en la Comisión Internacional para el Futuro de la Alimentación y la Agricultura (CIFAA).

El manifiesto pretende ser una respuesta “a los retos lanzados por el cambio climático”, con el objetivo de garantizar el acceso regular a los alimentos por parte de toda la población mundial. Reniega para ello de la agricultura industrial, a la que culpa de producir “por lo menos un cuarto de las emisiones de efecto invernadero”. El texto apuesta por la agricultura ecológica y biológica por poder “mitigar el cambio climático a la vez que favorece la adaptación al mismo”. Se basa en nueve principios que van desde el rechazo de los abonos y fertilizantes químicos y de los transgénicos a la salvaguarda de la biodiversidad.

Uno de los puntos más señalados del manifiesto es el que señala a los biocombustibles fósiles como “una falsa solución y una amenaza para la seguridad alimentaria”. Para la Comisión, la producción de biocombustibles es responsable de la destrucción de la selva húmeda, tierra de comunidades indígenas, y de la subida del precio de los productos alimenticios. “Los biocombustibles industriales reciben subsidios perversos concedidos a una agricultura no sostenible”, afirma el texto, “y esto contribuye a una amenaza a los derechos alimentarios de miles de millones de personas”.

Según el manifiesto, la solución pasa por una transición hacia sistemas alimentarios locales, una reducción del consumo intensivo de agua y una gestión eficaz de los conocimientos sobre agricultura. Pero, ante todo, hace hincapié en la necesidad de cambiar un sistema económico que “ha jugado un rol fundamental en la creación de incentivos perversos que aumentan las emisiones de dióxido de carbono y aceleran el cambio climático”.

Vandana Shiva estuvo acompañada por Concetta Vazzana, de la Universidad de Florencia, Giampiero Maracchi, del Instituto de Biometeorología, y Caroline Lockhart, Coordinadora de la CIFAA.

¿Cientos o cientos de miles?

Una hora después del fin de la asamblea celebrada a las puertas del Bella Center, el centro de congresos donde tiene lugar la Cumbre oficial, EL PAÍS publicaba en su edición digital las primeras estimaciones sobre el número de manifestantes en la marcha con motivo del Día Global de Acción Contra el Cambio Climático: 400 detenidos, cientos de asistentes. El diario El Mundo hablaba, por su parte, de “miles” de participantes. Desde la organización esgrimían la triunfante cifra de 100.000 manifestantes.

Ante este baile de números, Ben Margolis, coordinador de la coalición TckTckTck, una campaña internacional que sirve de paraguas a más de 200 organizaciones, rebajaba ayer la cifra estimada de manifestantes desde los 100.000 que apuntaba su web a los 60.000 participantes. Y subrayaba el éxito de la marcha, apoyada internacionalmente por cerca de 4.000 eventos celebrados por todo el mundo, y reforzada por los 11 millones de firmas recogidas para reclamar un acuerdo justo, ambicioso y vinculante. “Es probablemente el día de acción más importante que he visto en mi vida”, afirmaba. Respecto a los detenidos en la manifestación, Margolis defendió que “de los miles de personas congregadas el 99% eran pacíficos. Debemos enfadarnos con los medios por hablar sólo de ese 1%”.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...