Son las diez de la mañana. Vandana Shiva participa en una charla sobre cambio climático y seguridad alimentaria en el Klimaforum09. La experta india en agricultura y sostenibilidad declara ante una sala repleta de público que “el esfuerzo para reducir nuestra huella carbónica debe incluir un nuevo examen de nuestros métodos agrícolas y explorar nuevas aproximaciones a la seguridad alimentaria”.
Clara Morales, Copenhague/Especial para Sevilla Actualidad. Al mismo tiempo, en la puerta del recinto que da cobijo a la contra-cumbre, la ONG Friends of the Earth convoca una “Marea por el clima” en las calles de Copenhague. Los asistentes, vestidos de azul, inundan la ciudad mirando de reojo a la policía danesa, que el día anterior ya había cargado contra los manifestantes de una protesta por el estancamiento de las negociaciones.
Es el gran día de los movimientos sociales y las autoridades estaban preparadas: la policía ha revisado y endurecido sus leyes contra el vandalismo y las acciones ilegales en manifestaciones. A resultas de esto, en Dinamarca está prohibido, no sólo taparse la cara en una manifestación, sino tener la intención de hacerlo. Asimismo, la policía podrá detener a alguien si considera que está colaborando a crear un “clima de violencia” aunque no esté realizando acciones violentas. Con este tipo de leyes las autoridades pretenden evitar que los foros sociales tomen una importancia similar a la obtenida en pasadas conferencias, como la de Seattle.
13:00 horas. El foro social construido en torno a la Cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climático convoca una asamblea en la Plaza del Parlamento de Copenhague. Este debía ser el punto de partida de la gran marcha organizada para hacer valer las exigencias a los negociadores del tratado: un acuerdo justo, ambicioso y vinculante. La manifestación comienza en Christiansborg Slotsplads, en el barrio autogestionado de Christiania, y finaliza en el Bella Center, el centro de congresos en el que se desarrolla la cumbre oficial. El recorrido dura cuatro horas.
Al grito de “Justicia climática”, y esgrimiendo eslóganes comunes como “Cambia las políticas, no el clima”, “El planeta no negocia” o “Bla bla bla… ¡Actúa ahora!”, los asistentes (cientos o miles según las fuentes, siendo quizás la última la opción más plausible), recorren los más de siete kilómetros que separan el centro de la capital del Bella Center. Los integrantes de la protesta van desde ONGs como Amigos de la Tierra, Greenpeace u Oxfam Internacional, hasta grupos anticapitalistas, comunistas o de acción local. El clima de la manifestación refleja unidad ante un claro objetivo común. Sin embargo, apenas dos horas después del final de la manifestación algunos diarios hablan de 400 personas detenidas en altercados con la policía. Estos incidentes aislados no parecen alterar el ambiente de la protesta.
18:00 horas. A las puertas de la cumbre oficial, un escenario espera la celebración de una segunda asamblea, en la que participan también distintos miembros del equipo de gobierno danés. Tras un acto simbólico de encendido de velas, la manifestación se disuelve. La gran afluencia a la misma, unida a la distancia entre el centro de congresos y la ciudad provoca un colapso de la red de metro y el cierre de la estación más próxima al lugar de la asamblea.
Andalucía en Copenhague
Según un comunicado de la Junta, la consejera dará cumplimiento así a la resolución recientemente aprobada por el Parlamento andaluz, en la que se instaba al Ejecutivo a exponer en este foro internacional la experiencia andaluza en esta materia.
Castillo, que intervendrá ante el Comité Regional Europeo, presentará el programa de adaptación contra el cambio climático, un instrumento «de primera utilidad avalado por la Comisión Europea que va a permitir conocer la realidad a la que nos enfrentamos, y con ello anticiparnos y prever soluciones a los problemas que vamos a tener que afrontar en el futuro más próximo», explica la nota.
La consejera destacará en Copenhague el papel que juegan los espacios protegidos de Andalucía para hacer frente a este fenómeno y participar en sus estrategias de mitigación y adaptación. «La confluencia de la diversidad de factores, como generación de oxígeno o aporte de agua, en estos territorios convierte a nuestros espacios protegidos en magníficos laboratorios naturales para la experimentación, la investigación y la predicción de los procesos bioclimáticos», asegura la Junta.
En la Cumbre de Copenhague, la titular de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía informará también de los acuerdos que se han alcanzado en la comunidad para fomentar las políticas locales frente al cambio climático. En este sentido destaca el Pacto de Gobierno Locales, un compromiso voluntario de las autoridades municipales para reducir las emisiones de C02 al menos un 20 por ciento mediante la aplicación de un Plan de Acción para la Energía Sostenible. Hasta el momento han suscrito este Pacto más de 400 entidades locales, la mitad de los ayuntamientos existentes en Andalucía.