Un madrileño de 22 años vaticinó el 11 de febrero el advenimiento del Papa Francisco, su novia dejó constancia del sueño en la red social Twitter sorprendida por la dimisión del papa Benedicto XVI unas horas más tarde.

Un tuit «inocente» escrito el pasado 11 de febrero por Yolanda de Mena (@yolandaDeMena) ha dado la vuelta al mundo en las últimas horas desde que se oficializase este miércoles el ‘Habemus Papam’ . En él, escribe sobre el desvelo de su novio, Alejandro R. de Cabo (@Ardecabo) quién se levanta a las 4 de la mañana para decir que habrá un nuevo papa ‘Francisco I’.

Todo quedaría en una anécdota propia de la intimidad de la pareja madrileña compartida entre los 100 seguidores que seguían sus perfiles en esta red social. De no ser porque al día siguiente la noticia de Vaticano llega con la dimisión de Josep Ratzinger, Benedicto XVI, y el llamado a un Cónclave para la entronización de un nuevo Papa.

«Mi novio anoche se despertó a las 4am diciendo q habia soñado con un nuevo papa llamado «Francisco I» y hoy benedicto renuncia» es el tuit de la joven, estudiante de publicidad, sobre el sueño premonitorio de R. de Cab que el cardenal porteño Jorge Bergoglio se encargó de confirmar definitivamente anoche. ‘Habemus papam Fransciscum’ pronunciaron en el balcón a la Plaza de San Pedro. En efecto: Francisco I, nuevo Papa de la Iglesia de Roma.

Los jóvenes han tomado con humor el sueño del advenimiento del Papa Francisco, al tiempo que atienden con sorpresa a los medios de comunicación con un protagonismo sobrevenido por un solo tuit que ha revolucionado las redes. Alejandro R. de Cabo es ‘Nostradamus’ ironizaba el tuitero y columnista de Sevilla Actualidad, Ángel Vilches (@7vueltas), como lo han hecho miles de personas en las últimas horas, donde han aparecido perfiles y tuits de todo tipo a propósito del advenimiento y el sueño ‘premonitorio’.

La Divina Pastora: el sueño de Sevilla

La historia de la cristiandad está cargada de referencias a los sueños. En Andalucía uno de los sueños más populares es el de Vicente Gregorio Rodríguez de Medina que vive entre las ciudades de Córdoba, Cádiz y Sevilla. En 1681 entra en la orden de los capuchinos y, fiel a la costumbre, cambia su nombre a fray Isidoro de Sevilla -para honrar a San Isidoro, obispo hispano-romano de la ciudad del siglo VII-  y  tuvo la visión de presentar a la Virgen María con harapos vestida de pastora guiando a un rebaño de ovejas.

Mandó a un pintor para representarla y esta ensoñación del religioso dio lugar a la emergencia de la Virgen María como Divina Pastora de Almas en el seno de la Iglesia Católica con destacados ejemplos de arraigo todavía vigentes en la capital, y en la provincia de Sevilla, como la devoción que se profesa a esta advocación mariana en la localidad de Cantillana.

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