Aseguran que se tardará muchos años en recuperar el daño que la reforma laboral está haciendo al periodismo. El colectivo de profesionales de la comunicación y el periodismo celebra las Jornadas sobre la Profesión Periodística organizadas por el Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.
La secretaria general de SPA, Lola Fernández, asegura que las redacciones están diezmadas bajo la justificación de la crisis y se está expulsando fuera del mercado a los mejores y más veteranos periodistas. «A este paso seremos una especie a proteger», ha señalado con sarcasmo en el transcurso de las Jornadas sobre la Profesión Periodística que celebra hoy el sindicato en la Facultad de Comunicación de Sevilla, y a las que asisten un centenar de alumnos. El tema de las jornadas, que se están transmitiendo en directo por streaming, es «El deterioro del periodismo tradicional y el horizonte de las nuevas tecnologías». Las ponencias y mesas de diagnóstico y debate continúan esta tarde.
Lola Fernández ha criticado también la incidencia negativa que la reforma laboral ha tenido sobre la ley de conciliación de la vida laboral y familiar, ya que ha endurecido las condiciones de reducción de jornada por el cuidado de hijos, perjudicando más a las mujeres, que son las que en un 98 por ciento se acogen a esta medida. En la misma sesión ha intervenido Rafael Herrera, uno de los juristas del SPA, quien ha afirmado que las reformas del mercado laboral realizadas hasta ahora, teóricamente todas encaminadas a favorecer la creación de empleo, han conseguido justo el efecto contrario, «con un balance desalentador», y ha recomendado a los futuros periodistas que se asesoren bien de sus derechos cuando accedan al mercado de trabajo. Así evitarán sorpresas como la que luego relató otro miembro de la mesa, Juan Méndez, el de una redactora de El País que tras muchos años de corresponsal en Roma se enteró de que su modalidad contractual no tenía cotizaciones a la Seguridad Social.
La intervención de Méndez, expulsado de El País con el ERE el pasado octubre, fue seguida con atención. Méndez, que tras muchos años en la plantilla dijo sentirse «desilusionado, indignado» y haber perdido el referente profesional, contó las maniobras que hacen las grandes empresas cuando quieren despedir barato, y reveló que El País había dividido la empresa en cinco sociedades, en una operación de ingeniería mercantil para facilitar el ERE.
Por su parte, otro de los ponentes, Isaac López, resaltó el papel de los sindicatos de periodistas, «que han levantado la voz contra el barrido que la reforma laboral ha propiciado en las redacciones», y animó a no permanecer impasibles ante este panorama de desregulación.