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Un estudio de la Universidad de Huelva alerta de los índice de violencia sexista juvenil, puesto que el maltrato encubierto puede llegar al 12%.

Investigadores de la Universidad de Huelva han detectado violencia en el 6% de las relaciones de noviazgos entre jóvenes. «Una cifra diminuta si lo comparamos con los países nórdicos donde los índices de violencia son del 30%, pero que no es nada despreciable porque en ella no se refleja el maltrato encubierto existente y que se sitúa en el 12%», indica Susana Paíno, investigadora principal del estudio que se ha realizado entre 4.000 jóvenes de 15 a 30 años de la provincia de Huelva y que han mantenido una relación de pareja de un mes como mínimo. El trabajo Violencia entre novios persigue detectar los tipos de violencia y su prevalencia entre las relaciones sentimentales de los jóvenes.

El objetivo general del proyecto es detectar la prevalencia de comportamientos que, por su naturaleza física, emocional, social y sexual puedan ser constitutivos de una relación de violencia doméstica. Para ello «nos centramos fundamentalmente en las actitudes para poder prevenir», explicita la psicóloga. Así por ejemplo «hemos detectado una mayor tendencia de conductas femeninas dirigidas al castigo emocional», ilustra la investigadora. «Las chicas utilizan mucho más el sexo y el afecto como herramienta de chantaje afectivo», añade.

Asimismo, los expertos llaman la atención sobre el maltrato encubierto (o situaciones violentas identificadas pero no reconocidas por los encuestados) en un 12 % de las relaciones de pareja. «En los resultados hemos detectado que un 25 % de los encuestados reconoce haber sentido miedo en su relación, o haberse sentido atrapado, a pesar de después admitir que no han sufrido maltrato», ilustra la psicóloga.

Los investigadores están identificando los factores de riesgo y protección para diseñar estrategias de intervención eficaces que solucionen esta lacra social. «Estamos escuchando constantemente en los medios cómo un hombre asesina a su mujer, pero también cómo un joven mata a su pareja sin que hayan tenido convivencia, por lo que se está adelantando el proceso», indica la experta.

Este proyecto se sumará a los estudios que tendrán lugar en otros países como Estados Unidos, Portugal e Italia cuyos resultados se darán a conocer este mes de mayo en el transcurso de la lectura de una Tesis Doctoral en la Universidad de Sevilla. Asimismo, miembros del grupo de investigación ya han realizado este tipo de análisis, en el marco de otros proyectos, en otras ciudades españolas (como Sevilla, Valencia, Asturias o Galicia) y otros países como México y Argentina. «Y los resultados son de similares características», aclara la experta.

El test CUVINO, acrónimo de Cuestionario de Violencia entre Novios, fue confeccionado en 2010 por los miembros del grupo de investigación y ha sido la herramienta de evaluación utilizada para llegar a esa conclusión. El instrumento «está constituido por 42 preguntas que responden a 42 situaciones consideradas de violencia en las relaciones de pareja en edad adolescente», explica la profesora Susana Paíno. Entre ellas se pueden destacar preguntas como «¿alguna vez te ha ridiculizado tu pareja en público?, ¿te ha tratado como un objeto sexual?, ¿te ha retenido para que no te vayas?, ¿te ha abofeteado, zarandeado o empujado?,o ¿ha bromeado o desprestigiado tu condición de mujer u hombre?».

El test Cuvino fue diseñado partiendo de información ofrecida por los adolescentes y jóvenes de ambos sexos en el marco de un estudio previo realizado por los investigadores Francisco Javier Rodríguez (de la Universidad de Oviedo), y Luis Rodríguez Franco (de la Universidad de Sevilla) en España, México y Argentina. Estos resultados han sido publicados en el Anuario de Psicología Clínica de 2010.

Una vez concluya el estudio, los miembros del equipo de investigación diseñarán un programa de prevención para erradicar estas conductas consideradas violentas. «La violencia sólo se erradicará si se actúa en edades tempranas y sólo desentrañado el funcionamiento de las relaciones de pareja», comenta la psicóloga. «Si no se diseña un plan preventivo a estas edades, las conductas violentas se van consolidando e instalando en la pareja como algo cotidiano. Hay que formar a los jóvenes para que sean competentes y se adapten al medio», aclara la experta.

El programa de prevención que quieren diseñar los investigadores del proyecto se centrará en el modelo teórico del psicólogo estadounidense Lawrence Kohlbert basado en el desarrollo moral. Esta teoría defiende la existencia de una evolución universal del desarrollo moral que comprendería varias etapas en el humano, desde su nacimiento hasta la vejez. En esta progresión el experto apreció una predominancia de actitudes egoístas centradas en el yo en las primeras etapas, una actitud que se va diluyendo conforme avanza la edad. «A partir de situaciones ficticias propiciaremos situaciones para que los jóvenes adopten posturas extremas, diferentes puntos de vista; es la única forma de que vean cómo reaccionan ante determinadas situaciones», indica Francisco Javier Rodríguez, investigador de la Universidad de Oviedo.
Este plan de erradicación prevén realizarlo en diferentes institutos de Huelva en jóvenes que cursen 3º y 4º de ESO.

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Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, empezó en la comunicación local y actualmente trabaja para laSexta. Máster en Gestión Estratégica e Innovación en Comunicación, es miembro...