joaquin ferrera 28ene16

Algunos esbozarán una sonrisa al leer el título de este artículo, pero explico enseguida el porqué del ‘ratito después’.

Esta pócima mágica, en forma de pastilla, es conocida popularmente con el mal llamado nombre de ‘píldora del día después’. Técnicamente es mejor denominarla ‘píldora postcoital’, pues debería tomarse lo más inmediatamente posible tras el coito –y no al día después- puesto que a mayor tiempo que pasa de la relación sexual, menor es su eficacia en prevenir un embarazo. Es por eso que la llamo ‘la píldora del ratito después’.

Cuando tenemos relaciones sexuales y no queremos tener sorpresas, debemos estar siempre protegidos y usar un método anticonceptivo seguro. Es importante prevenir una enfermedad de transmisión sexual y un embarazo que no deseamos.

Esta píldora debe usarse como píldora de emergencia y no como un método anticonceptivo habitual. Esto es así por dos cosas: puede tener efectos secundarios -nauseas, fatiga, mareos…- y otros métodos anticonceptivos -como el preservativo- tienen mucho mayor porcentaje de éxito que la postcoital a la hora de prevenir un embarazo. Ni que decir tiene que no te protege ante enfermedades de transmisión sexual.

Por tanto, hemos de decir que este fármaco debe utilizarse como plan B. Si ese día ha habido un fallo del método anticonceptivo o un fallo nuestro al usarlo, entonces está indicado usar el método de emergencia. Además, hay que tener en cuenta que si la chica presume que está en período ovulatorio (mayor probabilidad de embarazo) es aún más importante que acuda a tomársela, puesto que la función del fármaco es precisamente evitar que el óvulo se desprenda del ovario (ovulación).

Finalmente, quiero haceros unas aclaraciones acerca de esta píldora para desmitificar las falsas creencias que existen en torno a la misma. No es un método abortivo. Una vez que se ha producido la fecundación, su efecto es nulo. No provoca infertilidad, ni provoca malformaciones fetales en embarazos posteriores. Cuanto antes se tome, mayores son las posibilidades de que haga efecto -dentro de las primeras 72 horas de la relación sexual-. No debe usarse como método anticonceptivo habitual. Su eficacia es menor a los métodos anticonceptivos pre-coitales. En España se vende sin receta desde el año 2010 gracias a la Ley de Reproducción Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Su precio está en torno a los veinte euros.También la pueden dispensar gratuitamente centros de salud, urgencias hospitalarias, entre otros.

En definitiva, aunque no es 100% efectiva –como ningún fármaco-, si ha habido un fallo en tu plan A, puedes recurrir puntualmente a este plan B. Y recuerda, si puedes no esperes a tomártela el día después. Si es posible, ‘al ratito después’ que es mejor.

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