El guardia civil Antonio Manuel Guerrero, miembro de La Manada /Cedida
El guardia civil Antonio Manuel Guerrero, miembro de La Manada /Cedida

Los cinco condenados por la Audiencia de Navarra a nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual con prevalimiento contra una joven en los Sanfermines de 2016 han acudido este miércoles a la sede de los Juzgados de Sevilla para cumplir con su obligación de firmar semanalmente una vez que fueron puestos en libertad provisional bajo fianza el pasado viernes, algo que ya hicieron por primera vez el pasado lunes.

En concreto, sobre las 16.10 horas ha llegado Ángel Boza a las instalaciones judiciales del Prado de San Sebastián, sólo y en motocicleta, alrededor de cinco minutos antes de que se hayan presentado en el mismo lugar José Ángel Prenda y el militar Antonio Jesús Cabezuelo, quienes han llegado los dos juntos en la misma motocicleta.

Posteriormente, sobre las 17.15 horas, se ha producido la llegada del cuarto de los integrantes de La Manada, el guardia civil Antonio Manuel Guerrero, que se ha personado en coche, mientras que el último en llegar –en coche– ha sido Jesús Escudero, quien ha aparecido alrededor de las 18.00 horas.

Los cinco condenados se encuentran en Sevilla desde el pasado sábado después de que abandonaran un día antes los centros penitenciarios en los que se encontraban recluidos.

Los encausados, según el auto de la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra en la que ordenaba su puesta en libertad, establecía como obligación para los condenados comparecer todos los lunes, miércoles y viernes ante el juzgado de guardia de su residencia y cuantas veces fueren llamados por la Audiencia de Navarra, así como comunicar cualquier cambio de domicilio o teléfono.

Además de la fianza de 6.000 euros, la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra ha dictado varias medidas cautelares para los cinco acusados.

En concreto, tendrán que designar un domicilio donde puedan ser hallados, así como un teléfono de contacto, con advertencia expresa de que en el caso de no ser localizados en tales domicilios de inmediato se expedirá la correspondiente requisitoria.

También se fija para ellos la prohibición de salir del territorio nacional sin autorización judicial, con obligación de hacer entrega del pasaporte de que disponga ante el tribunal dentro de los cuatro días siguientes a su puesta en libertad, así como la prohibición de obtenerlo en el futuro.

De la misma manera, les impone la prohibición de entrar en la Comunidad de Madrid y la prohibición de comunicación con la víctima.

Los cinco miembros de La Manada podrán esperar en Sevilla a que se resuelvan los recursos de apelación contra la sentencia que los condenó a nueve años de cárcel por un delito de abuso sexual.