La portavoz municipal adjunta de Izquierda Unida en Sevilla, Eva Oliva, ha exigido este viernes al alcalde de la ciudad, Juan Espadas (PSOE), que «mueva ficha de una vez para conseguir que los restos de un genocida golpista como Queipo de Llano no permanezcan enterrados por más tiempo en la basílica de la Macarena».
Oliva ha hecho este nuevo llamamiento al regidor hispalense un día después de participar en la concentración convocada por distintos colectivos memorialistas, en los aledaños de este templo, en demanda de la retirada de los símbolos franquistas que «aún quedan visibles en la ciudad de Sevilla».
En un comunicado, la concejala de IU ha lamentado que a día de hoy «sigamos sin noticias» sobre las gestiones prometidas en su día por el gobierno de Espadas para sacar a Queipo de la Macarena y acabar, de esta forma, con la «ofensa que esa tumba representa para los familiares de las víctimas del franquismo y para el conjunto de las personas demócratas».
Al respecto, Oliva ha recordado que ha pasado ya un año desde que entrara en vigor la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía y casi dos desde que el Pleno del Ayuntamiento aprobara una moción, promovida por IU, en la que se condenaba el golpe de estado militar del 18 de julio de 1936, se repudiaba al general Queipo de Llano y se rechazaba que «los restos de este criminal de guerra y máximo responsable de la muerte de miles de andaluces pemanecieran enterrados en la basílica de la Macarena».
«¿Tanto cuesta hacer cumplir la ley y los acuerdos de Pleno en esta ciudad?», se ha preguntado Oliva, quien sostiene que «82 años después del golpe de estado fascista y tras más de cuatro décadas desde de la muerte del dictador Francisco Franco, va siendo hora ya de que pongamos fin a esta indignidad en nuestra ciudad».
Al hilo de esto, la edil de IU ha anunciado que su fuerza política volverá a preguntar y a pedirle explicaciones sobre este asunto al alcalde en el próximo Pleno del Ayuntamiento. «Ya no caben más excusas para continuar manteniendo esta ignominia», ha aseverado Oliva, quien advierte que la Ley de Memoria Democrática deja bastante claro que «los ayuntamientos han de actuar para eliminar cualquier símbolo fascista, lo cual incluye también a las iglesias».