Agente de la Policía Nacional / SA

Los detenidos amenazaban a las víctimas para que abandonaran sus viviendas incluso con sus efectos personales en el interior. Posteriormente estas viviendas pasaban a utilizarse como punto de venta de drogas o como «guarderías» para almacenar droga y armas.

Agentes de la Policía Nacional han detenido a los integrantes de un clan familiar dedicado a extorsionar, amenazar y usurpar viviendas en el barrio de “Las 3.000 Viviendas”. Las víctimas que habían contraído una deuda con este clan, eran coaccionadas y amenazadas con armas de fuego, a fin de que abandonasen sus domicilios, entregárselos, era la única manera de saldar la deuda. Algunas familiar se vieron obligadas incluso a abandonar la provincia de Sevilla.

Una vez en posesión de estas viviendas, eran puestas a nombre de terceras personas, integrantes del clan pero que formaban parte de escalones más bajos, a fin de que no se relacionaran con las coacciones y así no levantar sospechas.

Viviendas convertidas en bunkers de guerra

Entre las diferentes gestiones llevadas a cabo por la Policía Nacional, se llegó a identificar al clan familiar que llevaba extorsionando desde hace tiempo.

También pudo comprobarse por parte de los agentes, las fuertes medidas de seguridad que disponen las viviendas que tenían en posesión, auténticos Bunkers de Guerra, provistas de cámaras de seguridad con visión nocturna que recogen todos los ángulos posibles de la parcela y del exterior, muros de hormigón de más de cuatro (4) metros de altura y un vallado de pinchos.

Estos habían desarrollado un aprendizaje en las técnicas policiales, por lo que sus miembros iban borrando todo tipo de pistas sobre sus lugares de residencia, alternando distintas viviendas para de ese modo dificultar todas las gestiones que permitieran localizarlos.

El resultado de las diligencias posibilitaron localizar a es te clan “Clan de los Porros” en una urbanización a las afueras de Dos Hermanas, lo que se consiguió tras varias semanas de vigilancias discretas en torno a la misma.

El operativo  culminó con la detención de todos los miembros del clan familiar que participaron en los hechos -un total de seis personas-, así como de otros altercados que tuvieron lugar después de que la víctima formulara la denuncia, ya que amenazaron al padre de ésta para que la  retirara, a la vez que intentaron disuadir a la víctima aplicando la ley gitana, para evadir así la acción de la justicia.

La investigación e intervención ha sido llevada a cabo por los agentes del Grupo de Atracos de la Jefatura Superior de Sevilla.