El poco debate, la ausencia de propuestas y de planes de futuro marcaron un encuentro en el se habló más de lo que se ha hecho que de lo que los grandes partidos quieren para la ciudad. La gran preparación previa del encuentro, eliminó del programa la naturalidad, cambiándola por una excesiva rigidez.
Christopher Rivas. El debate que más páginas de periódicos, minutos de radio y polémica ha generado en los últimos días se celebró. Lo hizo puntual y precisamente respondiendo a los no presentes en la mesa. El moderador del debate, el director de informativos de la emisora, Javier Bolaños, argumentó que la exclusión de la candidata de UPyD a la Alcaldía, Isabel Ceballos y de la del Partido Andalucista, Pilar González, venía motivada «por no tener representación municipal».
De los tres bloques en los que PSOE, PP e IU habían pactado el debate, salieron pocas propuestas concretas de la mano de IU y PSOE, o lo que es lo mismo, de sus candidatos a la Alcaldía, Antonio Rodrigo Torrijos y Juan Espadas. Su homólogo del PP, Juan Ignacio Zoido sí que hizo algunas. Pero si algo ha tenido el protagonismo del debate, sobre todo en la primera mitad, ha sido precisamente la ausencia de él mismo. Los candidatos parecían presentar sus ideas como monólogos, mirando a cámara, pero sin participar entre ellos.
Las preguntas y la ausencia de respuestas han estado en todo el debate, hasta el final, cuando se respondieron tímidamente a algunas y siempre entre Juan Espadas y Juan Ignacio Zoido. Torrijos se quedó a un lado del saludo y también del debate directo, evitando el enfrentamiento y centrándose en el mensaje que a su formación le interesa dar.
El formato no ayudaba al diálogo. Tampoco los candidatos se esforzaron mucho en ello. Eso sí, ha quedado claro que Zoido y Espadas se escuchan pero no se responden.
Torrijos ajeno al debate se preocupó por contar a los sevillanos el papel que ha desempeñado su formación en el actual gobierno, justificando su presencia en la próxima, pero hablando poco del futuro. Fue sin duda el más pausado y sereno de los tres, buscando lanzar sus ideas ajeno a la marea de los dos grandes partidos.
Espadas citando la economía y el desempleo de forma habitual, trató de acercarse al ciudadano, pero desde la poca concrección de medidas. También traró de argumentar su proyecto por oposición a Zoido, es decir, usándo el «vóteme usted a mi, para evitar que llegue mi oponente». Tuvo claro que su oponente era Zoido, al que acusó de «despeatonalizar» si llega a la Alcaldía y también de prometer en demasía. Mostró lucidez y velocidad en el mensaje.
Por su parte Zoido (algo perdido entre cámaras y miradas) apostó por recordar a los padres de Marta del Castillo (hasta en dos ocasiones) y tampoco se dejó atrás a muchos nombres propios de vecinos que ha visitado en los últimos meses. Las propuestas concretas (como la de la ciudad judicial en el entorno del Prado de San Sebastián en solares municipales y de la Junta) fueron alguna de sus intervenciones más destacadas, junto al asunto Mercasevilla, que no abandonó en todo el debate, achacando a IU y PSOE la expulsión de su grupo del consejo de administración de la citada empresa.
Javier Bolaños, que cumplió con educación, cercanía y un toque de humor su papel fielmente, manejó el encuentro que más que un debate pudo llamarse monólogo para Torrijos y discusión constante para Espadas y Zoido.
Sevilla Actualidad apostó por la pluralidad
Desde Sevilla Actualidad, a través de su canal de twitter se pudo seguir en directo el debate de Giralda Televisión. Al mismo tiempo y en el mismo lugar, también ofreció las palabras de Pilar González en una entrevista que a la misma hora emitió TeleSevilla, realizada por Francisco Robles a la candidata dell Partido Andalucista.
Por su parte el canal en twitter de UPyD dijo «mantenerse callado» respecto al debate en solidaridad con su candidata a la Alcaldía, Isabel Ceballos a la que «Giralda Televisión ha dejado muda».
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