Tussam
Personas llamando al autobús de Tussam / Pablo López

La comisión de contratación de la sociedad Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam), perteneciente al Ayuntamiento hispalense, ha aprobado el procedimiento destinado a la contratación del suministro e instalación de cámaras de videovigilancia en el interior de los autobuses de su flota, un contrato que cuenta con un presupuesto máximo de 2,8 millones de euros y destinado a mejorar la seguridad en los vehículos, según han confirmado fuentes municipales.

El objetivo de la instalación de estas cámaras, según las citadas fuentes, es «incrementar la seguridad de clientes y conductores, haciendo del interior de los vehículos recintos más seguros, disuadiendo y evitando la comisión de actos vandálicos o intentos de robo».

Y es que la plantilla de Tussam lleva tiempo reclamando más medidas de seguridad frente al repunte experimentado en los apedreamientos de autobuses, especialmente en el Polígono Sur, una zona de Sevilla marcada por el desempleo, la exclusión social y la delincuencia.

La Inspección de Trabajo, merced a las denuncias iniciales de la plantilla sobre este repunte en los apedreamientos, llegó suspender provisionalmente el servicio de Tussam en las calles Luis Ortiz Muñoz, Padre José Sebastián Bandarán y Madre de Cristo, todas ellas pertenecientes al Polígono Sur, hasta que se garantizase la plena seguridad para el tránsito de autobuses por dichos espacios.

Incidentes en el Polígono Sur

Después, el Polígono Sur fue objeto de un nuevo altercado, esta vez cuando un autobús circulaba por la avenida de las Letanías. Como consecuencia del lanzamiento de un objeto contra el vehículo, el conductor modificó el recorrido merced al protocolo estipulado para este tipo de casos, tras lo cual un viajero se habría servido de uno de los extintores del vehículo para golpear las ventanas y la mampara delantera del mismo, causando heridas al trabajador.

A continuación ocurría un nuevo y alarmante altercado, esta vez en el barrio de San Jerónimo. Un autobús de la línea diez estaba detenido en la calle Corvina para permitir que se apeasen sus viajeros, cuando el conductor de una furgoneta que había circulado tras el vehículo comenzó a accionar el claxon en demanda de la reanudación de la marcha del autobús, pues las dimensiones de la calle no permitirían que la furgoneta rebasase al vehículo de Tussam.

La situación habría llegado a tal extremo, que según el relato del conductor de Tussam que estaba a los mandos del mencionado autobús, el conductor de la furgoneta se habría apeado y habría «golpeado con una pistola» la ventanilla del vehículo de Tussam correspondiente al conductor del mismo. Como consecuencia de tal episodio, la Policía Nacional detuvo a un varón de 37 años identificado como M.A.G., quien habría protagonizado dicho altercado.

Fruto de las diferentes denuncias de los sindicatos con representación en la empresa; el Sindicato Independiente de Trabajadores del Transporte (SITT), la Agrupación Sindical de Conductores (ASC), CCOO y CGT, el pasado mes de febrero se celebraba una nueva reunión entre la dirección y los delegados de prevención de Tussam, con responsables de la Inspección de Trabajo.

En tal encuentro fueron analizados los últimos altercados vividos hasta entonces por los conductores de Tussam, abogando la Inspección de Trabajo por la aplicación de determinadas medidas reclamadas por la plantilla, como la instalación de cristales laminados en las mamparas de los vehículos que presten servicio en el Polígono Sur o sistemas de cámaras de vigilancia en el interior de los vehículos.