Plaza del Duque /SA
Plaza del Duque /SA

La Asociación de Vendedores Artesanos del Duque, que se instala en la plaza de este mismo nombre de miércoles a domingo, ha indicado que lleva «40 años» intentando emprender un diálogo con el Ayuntamiento de Sevilla para poder abordar la mejora de las instalaciones y de la plaza, para lo que cuenta con «innumerables» propuestas y proyectos al respecto», aunque deja claro que «del Duque no nos van a mover porque no tenemos a donde ir».

El presidente de la asociación, Francisco Javier Campos, ha reaccionado de este modo después de que el Pleno del Ayuntamiento haya aprobado una moción de Cs en la que se planteaba la recuperación de la plaza y el inicio de un diálogo con este colectivo, tras incluir enmiendas de diversas formaciones. Al hilo de ello, el gobierno de Juan Espadas anunciaba que ya se estudia reurbanizar la plaza y la posibilidad de peatonalizar la calle Laraña.

Campos, que lamenta que no se hubiera avisado al colectivo de esta propuesta con anterioridad, ha indicado que la «línea roja» está en el cambio de ubicación, tras tener una clientela de 40 años, rechazando una posible alternativa de reubicarlos en la plaza de la Concordia, «que es una zona muerta, con el edificio cerrado de la antigua comisaría de Policía de la Gavidia».

Tras recordar que no son un mercado de venta ambulante, sino que las 52 familias ejercen su actividad legalmente como comerciantes con instalaciones desmontables, encuadradas en la legislación municipal como mercado tradicional, insiste en que la plaza del Duque se encuentra «muy abandonada y en malas condiciones» y deja claro que «soluciones hay muchas».

Entre ellas, plantea habilitar la zona norte de la plaza, la más cercana a la calle Trajano y ocupada actualmente por varias filas de taxis; la posibilidad de hacer peatonal la vía delantera del centro comercial, ante la importante aglomeración en la zona de autobuses municipales y turísticos, taxis y motos, o el cambio de la parada de autobuses a la Alameda de Hércules.

Además, subraya que cuentan con «infinidad de proyectos» sobre cómo colocar los puestos y hace mención a sus propuestas de instalación fija de «distintos modelos de estructuras, lonas y formatos para unificar y embellecer la plaza, con proyectos costeados por los titulares de las licencias».

El colectivo, por tanto, apuesta por «embellecer las estructuras, adecuar el suministro eléctrico y acotar la concesión de nuevas licencias para que con las próximas jubilaciones se vaya reduciendo la ocupación de los espacios», a la par que se vayan arreglando alcorques y acerados.