La Guardia Civil, debido a los controles regulares realizados en armerías, observa que la venta de un determinado modelo de pistola detonadora tiene una demanda significativa. Finalmente localizan y constatan, cómo una misma persona adquiere en diferentes días y lugares, varias unidades de este modelo de detonadora.
Ante las sospechas de los Guardias Civiles de que se pudieran estar comprando armas detonadoras para su manipulación y conversión en armas de fuego, inician la denominada Operación Dalí.
Tras varias indagaciones, se identifica y localiza, a la persona que pudiera estar comprando las armas, en la barriada sevillana de Torreblanca.
Los investigadores de la Benemérita conocen que en breve podría tener lugar la venta de una de estas armas transformadas, por lo que establecen un dispositivo para tener controlado al sospechoso.
Durante el dispositivo, los Guardias Civiles, ante la intensidad del tráfico y para evitar perder el vehículo, solicitan la colaboración de la Policía Local. Una patrulla de este Cuerpo detiene el vehículo e identifica a sus ocupantes, y tras un registro minucioso los Agentes localizan en una bolsa un arma corta, con cinco cartuchos de munición real. La Guardia
Civil traslada a la Comandancia de Montequinto al detenido de 31 años, vecino de Torreblanca, al que se le imputan los supuestos delitos de tenencia ilícita, tráfico y comercialización de arma.
Posteriormente, la Guardia Civil realiza una entrada y registro en la vivienda del detenido donde se incautan de:
• Cinco armas cortas detonadoras 9 mm., modificadas para hacer fuego.
• Dos armas cortas 9 mm, detonadoras sin modificar.
• Un arma corta de avancarga con cañón modificado.
• Dos revólveres, uno manipulado y otro deteriorado.
• Pistola calibre 45.
• Abundante munición, 7.62, 9 mm, 45, 32, 243, 7.65, etc…
• Herramientas para la manipulación de las armas.
• Piezas de distintas armas. Empuñaduras, pasadores, etc…
La Guardia Civil continúa con la investigación y tras continuar con la investigación consigue identificar y detener a otros tres implicados en supuestos delitos de tráfico de armas de 35, 21 y 28 años.
Así mismo se ha logrado identificar a otros individuos que se habrían estado encargando de comprar las armas y ponerlas a su nombre cuando no lo hacía el cabecilla, al objeto de evitar levantar sospechas sobre éste último, siendo previsible su pase a disposición judicial en breve.