El juicio contra el menor imputado en el caso Marta continuará mañana con  la comparecencia de un experto en recogida de huellas y tres peritos que mostrarán los resultados de los análisis de ADN realizados a las huellas de sangre aparecidas en tres puntos del dormitorio de Carcaño y en el coche de la madre del ‘Cuco’.

M.Rico/SA. Después de declarar ayer la psicóloga de la cárcel de Morón, que reconocía que el intento de suicido de Miguel fue “real”, y un amigo de María García, que declaró que un día después del crimen de Marta acudió a León XIII a estudiar, lugar que “olía a limpio y a lejía” y que tenía las ventanas abiertas pese a que hacía “mucho frío”, mañana se retomará el juicio contra el menor imputado en el caso.

Comparecerá un perito lofoscopista, es decir, un experto en la recogida de huellas. También acudirán otros tres peritos, cuya declaración es “clave” para la Fiscalía y la acusación particular de la familia de Marta, ya que serán los encargados de exponer los resultados de los análisis de ADN realizados a las tres manchas de sangre halladas en tres puntos del dormitorio de Carcaño, así como en una de las puertas del coche de la madre del ‘Cuco’.

El jueves acudirán a declarar dos médicos forenses, dos funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y tres psicólogos, que serán los encargados de analizar el daño moral que la desaparición de Marta del Castillo ha causado a sus familiares.

Tras estas comparecencias, se pasará a la reproducción de las pruebas documentales admitidas y a la lectura de los informes finales, estando previsto que la vista oral se prolongue, al menos, hasta el próximo lunes.

“Carcaño se intentó suicidar tras inculpar al ‘Cuco’”

Una psicóloga de la prisión de Morón de la Frontera, donde se encuentra internado Miguel Carcaño desde febrero de 2009, ha declarado que el intento del asesino confeso fue “real”, ya que, según dice, Carcaño estaba “emocionalmente alterado” tras confesar que el ‘Cuco’ y él violaron y asesinaron a Marta y después arrojaron el cuerpo a un contenedor de basura de la calle Jorge Montemayor, situada al lado de León XIII.

La psicóloga ha declarado que cuando implicó al menor, Miguel perdió el control que hasta entonces estaba mostrando. Cabe recordar que Carcaño se intentó suicidar a las 20:00 horas del 26 de marzo al intentarse suicidar con un cordón de chándal, utilizando el quicio de la puerta del cuarto de baño.

Lo hizo aprovechando el momento de la cena, diez días después de haber vuelto a declarar e incluir en su nueva declaración al ‘Cuco’ y la versión de que ambos habían violado y asfixiado a la joven después de haber estado bebiendo.

Según explicó la doctora, antes de esta declaración, Miguel era una persona “estable, pasiva y con autocontrol”,  pero que tras confesar la violación pasó a estar más “nervioso y ansioso, con un estado personal más confuso».

En la novena sesión del juicio contra el menor también ha testificado por videoconferencia desde Murcia uno de los presos que estaban al cuidado de Carcaño. Éste ha declarado que se dio cuenta de lo que ocurría porque escuchó “ruidos guturales de que alguien se estaba ahogando”, momento al que fue al cuarto de baño y se encontró “colgando de la cuerda” al asesino confeso, a quien descolgó del quicio con ayuda de un funcionario de la cárcel.

“Se intentó suicidar porque no podía con la verdad”

Ante la declaración de la psicóloga de la prisión de Morón, la letrada de la familia de Marta, Inmaculada Torres, ha explicado a los periodistas que Miguel  “se aprovechó que todos comían para irse al baño y colgarse, porque en ese momento se queda sin vigilancia y él lo sabe». A su juicio, «después de decir la verdad, Miguel cambió anímicamente e intentó suicidarse, porque la verdad ya la había dicho, no puede con ella y se siente mal».

Sobre la versión de la psicóloga, el abogado del menor, Fernando de Pablo, ha dicho que, «particularmente, no se cree» que el intento de suicidio del asesino confeso fuera «real», ya que «alguien que está rodeado por presos de confianza y se pone a hacer gorgoritos… eso es como el que se toma pastillas y llama por teléfono para decir que se las ha tomado».

Olor a limpio y ventanas abiertas

Un amigo de María García, la novia del hermano de Carcaño, ha confesado que el día siguiente al crimen estuvo en León XIII estudiando y que allí “olía a limpio y lejía”. Además, ha recalcado que todas las ventanas estaban abiertas, pese a que tenía frío”.

Por eso le dijo a María que cerrase las ventanas, algo que la imputada hizo tras “insistirle” hasta tres veces. Este testigo también ha señalado que el menor fue al piso “para recoger unos CDs”.

También ha declarado el conductor del autobús que cubre la ruta entre Montequinto y Sevilla, aunque ha reconocido que no puede identificar a Samuel como una de las personas que subió al autobús de noche el día 24 de enero, ya que “no se fija en las caras de la gente» y esa noche había una gran cantidad de usuarios.

Finalmente, la jefa de Miguel en el bingo en el que éste trabajaba, ha explicado que Carcaño llegó a las 5:00 horas al trabajo, pero que poco después le pidió permiso para irse “para darle las llaves a una hermana que se había quedado fuera de casa”, vínculo familiar inexistente, y que luego, a una hora que no ha podido concretar, volvió al bingo.

Miguel Carcaño, de cordero a lobo

Según mostró anoche el programa ‘Equipo de investigación’ de Antena 3 TV, los vecinos de Carcaño reconocieron que éste era un chico con “un comportamiento impecable”, decían algunos, y  “demasiado educado para todo lo que vivió”, reconocían otros.

Según Alejandra, la mejor amiga de Marta, ésta conoció a Miguel porque Carcaño iba a recoger a su sobrina al colegio donde estudiaba Marta, momento en el que la chica mostró interés por conocerlo.

Con una infancia difícil, pues su padre lo abandonó, dejándolo en León XIII a cargo de su madre, inválida y ciega y que, según explica el citado programa, “lo maltrataba física y psicológicamente”.

Por ello, Miguel se refugiaba en la pena para integrarse en un nuevo grupo de amigos. Es lo que reconoce Alejandra, que “vino con la mentira de que era un niño huérfano, que no tenía a nadie”, argumento por lo que decidieron sumarlo al grupo, al igual que a Samuel y, finalmente, al ‘Cuco’, conocido por ‘peque’ entre la pandilla de amigos, ya que era el más pequeño de todos ellos.

“Agregados” al grupo

En referencia a los nuevos “agregados” a la pandilla de jóvenes, el padre de Marta, Antonio del Castillo, reconoció que había hablado con Miguel y Samuel en varias ocasiones. De hecho, cuando vio a Carcaño éste le dijo “no se preocupe que estoy de paso”. De Samuel, dice que lo conoció en Chipiona y que “fue correcto y educado”.

A pesar de lo increíble de la situación, Samuel y el ‘Cuco’ se unieron a la búsqueda de Marta. El primero, irguiéndose como portavoz de los amigos de la chica y el menor, recorriendo el barrio con una bicicleta con carteles con la foto de Marta, según ha reconocido un amigo de la joven a este diario.

Volviendo al programa ‘Equipo de investigación’, los vecinos de Samuel reconocen que no dan crédito, ya que era «un chico dispuesto, siempre se ofrecía a echar una mano”. Los padres del ‘Cuco’ también apoyaban la actitud de Samuel al reconocer que era “un chaval noble y bueno”.

Sin embargo, según refleja un artículo de Nacho Abad (Telecinco) y el citado programa de televisión, Samuel y el ‘Cuco’ tienen pensado montar un grupo de rock cuando “todo acabe”.

Además, explican que Samuel Benítez tiene pensamiento de ser modelo de ropa interior y que se presentó a Gran Hermano para ser famoso.

Testimonio de los padres del ‘Cuco’

Ángel y Rosalía, los padres del menor imputado en el caso, reconocen que se han tenido que mudar dos veces de domicilio porque “la gente se te queda mirando y dicen: mira esos son los padres del ‘Cuco’…”

Con respecto a su aparición en los juzgados y la reacción de los ciudadanos presentes reconocieron a ‘Equipo de investigación’ que “cuando cierras los ojos sigues escuchando los insultos y gritos. Escuchas decir que eres una cabrona y una mala madre por no decirle a tu hijo que hable”, reconoció la madre del menor.

El ‘Cuco’ tenía como aficiones coleccionar armas blancas, “tenía un maletín lleno”, reconoció Alejandra. Según la joven, “era una marioneta de Samuel”.

El menor, a pesar de reconocer en un principio su implicación indicando a agentes policiales que “cuando llegó a León XIII vio a Marta con mucha sangre” y después negar su intervención aludiendo a que confesó aquello “por presiones policiales”, los investigadores han encontrado ADN del menor y de Marta debajo de la mesa del dormitorio de Miguel.

Presión mediática y versión “oficial”

Pese a la presión mediática a la que viven sometidos los familiares y amigos de la joven, la madre de Marta, Eva María Casanueva, explicó anoche al citado programa de televisión que “si ese es el precio que tengo que pagar para que no se olvide el caso de mi niña bendito sea”.

Según Eva, su marido le contó que cuando fue a comisaría le contó que “había visto un cartel con muchas caritas de niños desaparecidos”, agregando que si no se hubieran manifestado, luchado y echado a la calle “Marta sólo habría quedado en una cara más”.

A pesar de las más de 150 pruebas recogidas y 250 interrogatorios realizados, el caso Marta sigue sin resolverse, aunque la Fiscalía da como verdadera la versión de la violación y asesinato de la joven.Según cree la Fiscalía, alrededor de las 20:30 horas se encontraban en León XIII Miguel, el ‘Cuco’ y Marta.

Los jóvenes estuvieron bebiendo alcohol y tomando hachís. Tras ello, Carcaño intentó besar a la chica, quien se negó, efecto que provocó una actitud agresiva de Miguel, “que comenzó a golpearla”, agresión a la que se sumó el ‘Cuco’.

Ambos la llevan hasta el dormitorio de Carcaño, donde la violan y el menor, presuntamente, la asfixia con un cable mientras Miguel le ata las manos a la espalda con cinta aislante.

Tras creer que la chica ha fallecido, deciden tomarle el pulso con un tensiómetro que tenían en el piso y que pertenecía a la madre del asesino confeso. Al comprobar que Marta está muerta deciden llevar el cuerpo oculto en una silla de ruedas, para después transportarlo en el coche de la madre del Cuco al puente del Charco de la Pava donde, supuestamente, arrojaron el cuerpo.

Sin embargo, tras darle veracidad a esta confesión y que el caso se juzgue finalmente por un tribunal profesional, Miguel vuelve a cambiar de declaración –la última, la semana pasada- aludiendo a la primera que hizo, en la que reconocía que mató a Marta al propinarle un golpe con un cenicero.

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