Publicación de las cotorras en el 'New York Times' /SA
Publicación de las cotorras en el 'New York Times' /SA

La invasión de la cotorra Kramer y su particular «lucha» contra la colonia de murciélagos del Parque María Luisa ha traspasado fronteras hasta llegar a Estados Unidos. Una información de The New York Times, en su versión online, se hacía eco el pasado 10 de mayo, en su sección científica, del artículo del equipo de investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD), del centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, que demuestra que la cotorra ha desplazado de forma considerable al nóctulo mayor (Nyctalus lasiopterus) del conocido parque hispalense.

El paper de estos investigadores de Doñana, en el que también han participado investigadores de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), de Sevilla, y del Centro de Investigación Biomédica (CIBERESP), de Barcelona, ha sido publicado en el último número de la publicación Royal Society Open Science y de ahí recogido por el New York Times. Dicha investigación demuestra, con un estudio de observación de 14 años, desde 2003 hasta 2017, que la cotorra de Kramer (Psittacula krameri), considerada una de las cien especies invasoras más peligrosas de Europa, ha desplazado de forma considerable al nóctulo mayor (Nyctalus lasiopterus), el murciélago más grande de Europa, en uno de sus principales enclaves de población, el conocido Parque de María Luisa en Sevilla.

«El terror de plumas verdes que mata murciélagos en España», titula el The New York Times, para seguir explicando en el subtitulo de la publicación que «el murciélago más grande de Europa, una especie vulnerable, encontró refugio en los árboles de un parque de la ciudad (en referencia al Parque María Luisa). Entonces comenzaron a aparecer muertos».

La información del New York Times desgrana la investigación de los sevillanos que advierte que “mientras el número de nidos de cotorra de Kramer ha aumentado su número 20 veces en 14 años, el número de árboles utilizados como refugio por los nóctulos ha descendido en un 81 por ciento».

El escenario político, la otra lucha contra la cotorra

La cotorra Kramer lleva siendo tema de la ciudad desde hace más de un año, intensificándose en los últimos meses al no encontrarse la fórmula más acertada para deshacerse de esta especie invasora que afecta al hábitat.

En 2017 el Ayuntamiento hispalense promovía la contratación de un servicio para sacrificar cotorras con carabinas de aire comprimido, aunque dicha contratación era suspendida en julio, tras una reunión con asociaciones ecologistas en contra de ese método. Varios grupos municipales del Consistorio también se opusieron a esta fórmula, todo ello, a pesar de que en el Pleno municipal de julio de 2017 se aprobara una moción de Ciudadanos matizada por una enmienda del PSOE, para acometer entre septiembre y octubre de 2017 «un plan para el control y eliminación de las cotorras de Kramer y Argentina, avalado por la autoridades científicas expertas en la conservación de la biodiversidad y el medio ambiente».

Cs avisa de «acciones legales» si no se cumple lo aprobado en el Pleno

Así, este miércoles, Javier Moyano, concejal de Cs en el Ayuntamiento de Sevilla, ha informado de que su grupo ha elevado un escrito a la Alcaldía, en demanda de que el Consistorio «cumpla la resolución de la Delegación Territorial de la Consejería de Medio Ambiente que insta a atajar a la plaga de cotorras de Kramer y Argentina», después de que en 2017 se suspendiese el contrato promovido para su eliminación mediante carabinas.

Moyano ha hecho referencia al mismo artículo de investigación de que se hacía eco el New York Times, que, según el edil, «corrobora las denuncias de científicos, entidades y de Ciudadanos sobre la necesidad de atajar la plaga de cotorras, que está exterminando al murciélago gigante, especie autóctona incluida en la Lista Roja de Especies Amenazadas», que además es «un antídoto natural contra las plagas de nuestros árboles y el principal insecticida contra los mosquitos».

A tal efecto, Moyano ha defendido el uso de carabinas, destacado la posición de Asaja respecto a que es necesario «atajar la plaga de cotorras ante el grave peligro para los cultivos de la provincia» y recordando que ha sido el medio utilizado en Zaragoza.

«Frente a esto nos encontramos con la cobardía de Espadas, que si sigue así pasará a la historia como el alcalde que extinguió una especie protegida en Sevilla. Esta solicitud al alcalde es nuestra última bala en el proceso administrativo», ha dicho el edil de Cs, avisando de que su grupo municipal confía en «no tener que llegar a emprender acciones legales para que Espadas acabe con la plaga de cotorras»

Cacereña de nacimiento y sevillana de corazón. Licenciada en Periodismo, me gusta contar historias y curiosear. Actualmente enganchada a la vida municipal, aunque interesada en la gestión cultural y...