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El menor dice que estuvo con Miguel y Marta a las 17:00h. Después se fue a hacer botellón y volvió a su casa sobre las 23:00h. Afirmó su participación en los hechos por “presiones policiales”.
Sevilla Actualidad. Ningún dato nuevo, ninguna pista sobre el paradero de Marta. El Cuco ha explicado en el juicio, celebrado ayer sobre las 9:45 horas, que no sabe dónde está el cuerpo de la joven.
A la hora de la vista multitud de medios de comunicación y personas con pancartas de ‘Todos somos Marta’ esperaban en las puertas de los juzgados. El menor ha entrado por la puerta trasera en un coche con cristales tintados, mientras que por la puerta delantera lo han hecho la madre y el padrastro del chico, que iban cubiertos por pasamontañas, y los padres de Marta.
En la vista, al menor se le ha preguntado claramente si sabía dónde se encontraba el cuerpo de Marta, cuestión que ha contestado explicando que es inocente y desconoce dónde está el cadáver de la chica, ya que la noche en la que ocurrió el crimen (24 de enero de 2009, cumpliéndose ayer dos años), no acudió al piso de León XIII.
“No voy a hacer lo mismo que Miguel. Yo digo la verdad. No sé dónde está Marta», es lo que ha dicho el menor, en alusión al cambio de versiones de Carcaño. «Ojalá supiera dónde está el cuerpo, porque me interesa que aparezca», ha llegado a afirmar.
El menor ha dicho al juez de Menores número 1, Alejandro Vián, que ese día estuvo con Miguel y Marta hasta las cinco de la tarde en una plaza de Santa María de Ordás, pero que después se fue a hacer botellón a los alrededores del Palacio de Deportes de San Pablo y Santa Clara.
Allí dice que estuvo hasta las 21:15 horas, momento en el que, dice, se fue a su casa, aunque por el camino llamó a Samuel “porque iban a quedar esa madrugada”. Sin embargo, dice que llegó a su casa sobre las 23:30 horas (alrededor de dos horas después de abandonar el ‘botellón’), tiempo en el que ya se habrían producido los acontecimientos.
El ‘Cuco’ ha estado declarando en el salón de plenos de la Audiencia Provincial durante dos horas. Ante su declaración de que es inocente, el magistrado que le ha recordado declaraciones anteriores en las que él mismo se implicó en los hechos, y le ha mostrado un vídeo con una reconstrucción de los hechos en la que afirmaba su participación como ayudante de Miguel en deshacerse del cuerpo de Marta.
Sin embargo, ha expresado que se autoinculpó porque los agentes del Grupo de Menores (Grume) de la Policía lo amenazaron diciéndole “que iban a detener su madre”, debido a que se pensaba que su vehículo se había utilizado para ocultar el cuerpo de la joven. El menor ha dicho que se sintió asustado ante estas amenazas y que por eso se implicó.
Según fuentes consultadas por Europa Press, el menor “no se ha derrumbado en ningún momento” durante su declaración y se ha mostrado “frío y más tenso” a medida que avanzaba en su declaración.
El joven ha argumentado también que en sus declaraciones anteriores dio detalles de la vivienda de León XIII porque “había ido muchas veces con anterioridad», mientras que, respecto al lugar concreto donde dijo habían arrojado el cuerpo al río, ha dicho que éste se lo indicaron los agentes policiales.
Antonio del Castillo: “Es demasiado maduro para su edad”
El padre de Marta del Castillo ha explicado que ha visto al ‘Cuco’, que ha asistido al juicio con el pelo largo recogido en una coleta, “más maduro, incluso demasiado maduro para su edad, contestando con prepotencia y un descaro enorme, reflejo de ser una persona fría».
Con respecto al desarrollo de la vista, el padre de la chica ha contestado la primera jornada ha ido “realmente bien, ya que se han incorporado muchas cosas en su transcurso, un video inclusive” y existen “muchas contradicciones”.
Para el menor, la Fiscalía solicita seis años de internamiento en centro cerrado, seguido de tres años de libertad vigilada, por un delito de asesinato, dos de agresión sexual -uno como autor directo y otro por facilitar la agresión sexual perpetrada por Miguel Carcaño-, y uno contra la integridad moral por el daño causado a los padres al no desvelar el paradero del cuerpo.