Al mismo tiempo que los tres bomberos sevillanos entraban en el tribunal de la isla griega de Lesbos para ser juzgados por un presunto delito de tráfico ilegal de personas migrantes cuando desempeñaban, como voluntarios de la ONG Proem-AID, tareas de rescate de refugiados, cientos de sevillanos se concentraban a las puertas del Ayuntamiento hispalense para mostrarles su apoyo. Manuel Blanco, Julio Latorre y Quique Rodríguez no estaban solos.
El acto, convocado a partir de las 11.00 horas, estaba presidido por una pancarta con el lema #CondenadosASalvarVidas. Vecinos particulares y bomberos venidos de toda la provincia, incluso de otras ciudades españolas con carteles en los que se podía leer ‘Salvar vidas no es delito’ han acudido a una cita en la que también se ha leído un manifiesto.
Uno de los miembros de la ONEG Proem-AID, David Galindo, se mostraba esperanzado porque sus compañeros sean absueltos de los delitos por los que se les acusan y aseguró que sienten que los han utilizado como «cabeza de turco».
En este sentido, explicó que ellos por la labor que desempeñaban y la visibilidad que le daban a su actividad de rescate de refugiados eran «incómodos» para las autoridades griegas, por lo que ahora han pagado por esta «injusticia política».
De hecho, recordó que llegaron a la isla griega, perteneciente a la Comunidad Europea, con «una serie de garantías», pero ha añadido que se produjo «un cambio de rumbo total» por parte de las autoridades griegas que terminó con la detención de sus tres compañeros.
Esta opinión la ha compartido también otro miembro de Proem-Aid, José Amor, quien ha subrayado la utilización de sus tres compañeros como «cabeza de turco». «Hacíamos visible lo que estaba pasando allí, convirtiéndonos en testigos incómodos, y quisieron cortar de raíz el hecho de que estuviéramos en las costas», ha manifestado y ha añadido que es «incongruente» la detención de sus compañeros después de que él personalmente siguió realizando la misma labor que estos sin ningún problema.
En el juicio, con actitud «positiva»
Preguntado por el estado anímico de Blanco, Latorre y Rodríguez, ha puesto de relieve que iban con una actitud «muy positiva», por lo que ha dicho que «si hay Justicia, no debe haber problema».
Por su parte, la madre de José Enrique Rodríguez, Carmen González, ha asegurado tras hablar con él a primera hora de la mañana que se encontraban «tranquilos y muy positivos». Sin embargo, ha asegurado que desde casa la situación se ve con «nervios e intranquilidad», porque «imaginas que puede pasarle algo en alta mar» debido a la labor que desempeñan «pero nunca que lo acusaran de estos delitos».
Sobre su hijo, ha comentado que es «un niño muy bueno, muy positivo y optimista», una actitud que les transmite y por la que creen que «todo saldrá bien».
Por último, la hermana de Manuel Blanco, María Jesús, ha afirmado que aunque están «animados», se mantienen a la espera de poner fin a «dos años de incertidumbre» de «una injusticia tan frustrante» al haberlos acusado «por todo lo contrario a lo que hacen».
No obstante, ha señalado que «él va muy positivo», transmitiéndoles «esa fuerza», a pesar de que «ahora mismo ellos están allí y ese miedo lo tenemos», ha dicho visiblemente emocionada. A pesar de todo, ha expresado su deseo de recibirlos esta semana «como se merecen y como lo que son».
A la concentración de esta mañana a las puertas del Ayuntamiento también han acudido representantes políticos municipales como el delegado de Movilidad y Seguridad, Juan Carlos Cabrera, el edil de Ciudadanos Javier Millán o la concejal de Participa Susana Serrano.