traslado de las calderas de Cruzcampo /Heineken
traslado de las calderas de Cruzcampo /Heineken

La antigua fábrica de Cruzcampo, la primitiva, la que aún permanece en la Avenida de Andalucía de la capital hispalense, presenta desde este viernes por la mañana un aspecto distinto y singular. Por primera vez luce sin sus calderas de cocimiento, ya que Heineken las ha trasladado mientras se desarrollan las obras que convertirán estas instalaciones en «un espacio de homenaje a la cerveza y a la innovación».

La iniciativa, con una inversión de ocho millones de euros, se inaugurará en la segunda mitad de 2019 y convertirá a Sevilla en «la capital cervecera del sur de Europa», según ha subrayado Heineken en un comunicado en el que pone de relieve que es la primera vez que estas antiguas calderas de cocimiento se trasladan desde que se instalaran en la antigua fábrica de Cruzcampo tras la Segunda Guerra Mundial, en 1945, provenientes de Alemania.

Estas calderas estuvieron operativas hasta 1991 con una capacidad de producción de 300 hectólitros/fabricación, importante cifra para la época si se tiene en cuenta que la actual fábrica de Sevilla, la «más moderna de Europa» del grupo Heineken, tiene una capacidad de cocimiento de 1.000 hectólitros/fabricación, según destaca la empresa.

Durante todo el periodo de funcionamiento de dichas calderas, se produjeron un total de 1.794.000 hectólitros de cerveza, o lo que es lo mismo, 717,6 millones de cañas de Cruzcampo. Desde 1991 hasta ahora, estas históricas calderas han permanecido en el mismo enclave reconvertido en el Salón de la Fundación Cruzcampo.

«Como ya comentamos cuando presentamos el proyecto, se trata de un lugar emblemático y único, lleno de historia y herencia, como lo evidencian estas calderas que custodiaremos hasta que volvamos colocarlas en este espacio donde se podrán volver a contemplar cuando abramos el verdadero corazón de Cruzcampo a la ciudad, recuperando la esencia de algunos de los edificios más emblemáticos de nuestra historia», ha expuesto el director de Relaciones Corporativas de Heineken España y vicepresidente de la Fundación Cruzcampo, Marcos Tarancón.

Ha agregado que «ésta es la forma en la que volvemos a nuestros orígenes para proyectarnos, con más fuerza si cabe, hacia el futuro».

Según añade Heineken, será «un espacio único y ligado a la historia y epicentro de la cerveza Cruzcampo», un «foco de innovación abierto a la ciudad, en el que Heineken España abanderará la creación cervecera y, en el que, a través de la Fundación Cruzcampo, amplificará su implicación en la sociedad por medio de programas de apoyo a la cultura, talento y gastronomía».

Además, albergará la sede de Heineken España en Sevilla, nuevos espacios para la Fundación Cruzcampo y su Escuela de Hostelería, así como una fábrica urbana de cerveza, «espectacular espacio cervecero y gastronómico de 1.400 metros cuadrados, desde el que la marca Cruzcampo mostrará toda su maestría y volverá a elaborar cerveza en el lugar que la vio nacer en 1904».

Se convertirá así, según inciden desde Heineken, en «un nuevo atractivo turístico para Sevilla y para el barrio de Nervión, donde descubrir nuevas formas de disfrutar la mejor experiencia cervecera y gastronómica de la mano de una marca como Cruzcampo, indisolublemente unida al estilo de vida andaluz».

Tras permanecer protegidas este tiempo en la actual fábrica de Heineken, las «históricas» calderas volverán «al nuevo espacio como testimonio evidente de la historia cervecera que atesora Cruzcampo».