Los trabajadores, por su parte, se manifestaron ayer lunes desde la antigua fábrica de loza en la Isla de la Cartuja hasta la  sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía para protestar en defensa de sus puestos de trabajo.

Sevilla Actualidad/ Agencias. La Junta de Andalucía ha puesto «en suspenso» el expediente de regulación de empleo (ERE) de Pickman La Cartuja, con el objetivo de que incluya previsiblemente un plan industrial viable para la planta que cuenta con 112 empleados, según informaron fuentes del comité de empresa a Europa Press.

En este sentido, la Delegación Provincial de Empleo en Sevilla confirmó que el ERE, previsto para 92 de los 112 empleados de las instalaciones, lo que supone el 82 por ciento de la plantilla, se encuentra «en suspenso», al encontrarse incompleta la documentación presentada.

Las mismas fuentes de los trabajadores explicaron que la Junta ha pedido de este modo la documentación necesaria relativa al plan industrial para las instalaciones, que incluye la salida de todo el stock en los cuatro meses de duración del ERe y la entrada de un nuevo empresario, además de la entrega de lascuentas de la empresa «debidamente auditadas», ya que se entregaron sin auditar.

El ERE, que se desarrollaría para el 82% de la plantilla durante cuatro meses, afectaría a todos los trabajadores de Pickman, excepto al almacén y a los comerciales. Durante ese tiempo, los empleados adheridos al expediente cobrarían el subsidio por desempleo (un 70% de su sueldo) que esperan sea completado hasta el 100 por cien por la empresa que, por el momento, sólo ofrece el cinco por ciento de complemento.

Igualmente, subrayaron la apuesta de la Junta por el futuro de Pickman y la necesidad de dar «más tiempo» a la resolución del conflicto, que pasa por la salida del propietario de la compañía, Emilio Portes, que se comprometió en buscar otra empresa para gestionar La Cartuja. «Si todos nos ponemos manos a la obra y vamos en la misma dirección y de forma limpia, la empresa seguirá adelante», recalcaron las mismas fuentes.

Por su parte, los trabajadores prevén seguir con las movilizaciones y ayer a las 10:00 horas una manifestación salió desde la antigua fábrica de loza ubicada en el Monasterio de Santa María de Las Cuevas en la Isla de La Cartuja hasta la sede de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), para exigir la resolución del conflicto y el pago íntegro de sus nóminas.

Galadí pide menos «presión fiscal»

El presidente de la Confederación Empresarial Sevillana (CES), Antonio Galadí, advierte de que «si no soplan vientos favorables» en la economía regional, la tasa de desempleo de Andalucía podría continuar su escalada hasta el 30% tras saldarse el mes de marzo con 794.064 personas en situación de desempleo en la comunidad autónoma, lo que le llevó a reclamar una reducción de la «presión fiscal» sobre el empresariado hasta un nivel «digerible» y acorde al actual escenario.

Durante una entrevista concedida a Europa Press, el recién reelegido presidente de la CES manifestó su temor ante la posibilidad de que «el vaso rebose» en lo que a la situación económica se refiere, porque la radiografía de la economía andaluza es «preocupante» debido a la «espectacular» destrucción del tejido empresarial y el crecimiento del desempleo, que al finalizar el pasado mes de marzo se elevaba a 183.991 personas en la provincia de Sevilla y a 794.064 personas en el conjunto de Andalucía.

«Si no soplan vientos favorables, si la tónica continúa, no es de extrañar que el paro crezca hasta el 30% en Andalucía», aseveró Antonio Galadí advirtiendo de que una tasa de desempleo de esta categoría dejaría a algunos desempleados «sin cobertura social» creando un escenario en el que «el vaso rebosaría, se convertiría en un caos», porque la tasa de paro española «duplica» a la media de la Comunidad Europea en este indicativo y la tasa andaluza «supera de forma muy importante» la media nacional. «Sería muy preocupante», dijo.

Tras esta seria advertencia, reclamó a las administraciones «reformas valientes y urgentes» en materia económica al objeto de «frenar la caída de empresas» y, por ende, el crecimiento del desempleo, porque si bien las obras y proyectos promovidos desde el Plan Estatal de Inversión Local «son bienvenidos porque palian la situación», «no son la panacea».

Así, reclamó directamente una rebaja de la «presión fiscal» que sufren los empresarios «en todos los ámbitos», aludiendo a los gobiernos locales, autonómico y central, porque ante un escenario tan crudo como el actual, el tejido empresarial español afronta el pago de impuestos «por encima de la media europea» y se ve obligado a competir con empresas europeas que sufren «menor sangría» en esta materia. «El empresariado no puede estar castigado por todos los lados», resumió apuntando a un crecimiento de la competitividad a través de la inversión en innovación y el alivio de la «presión fiscal» a la patronal.

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