El jurado popular del juicio por el crimen de la gasolinera ha declarado culpable de asesinato y tenencia ilícita de armas al exmilitar cubano y culpable de un delito de tenencia ilícita de armas al patrón de la finca en la que tuvo lugar el asesinato del ‘amigo’ del propietario a causa de dos disparos del exmilitar. El juicio queda así visto para sentencia.

Los nueve miembros del jurado han declarado de forma unánime culpable al exmilitar, considerando que este acabó con la vida de la víctima «intencionadamente» y por medio de un «ataque mortal sin previo aviso»: dos disparos realizados con una escopeta de dos cañones «en perfecto funcionamiento» para la que carecía de licencia y con la que disparó «a muy corta distancia» que la víctima dispusiese de «oportunidad de defenderse o huir».

El jurado ha hecho referencia al testimonio del acusado, que reconoció el pasado noviembre disparó a quemarropa contra en la finca de la urbanización Mataluna de Carmona en la que trabajaba, aduciendo que que actuó en defensa de su patrón, asegurando que la víctima y otros tres individuos lo hostigaban y amenazaban portando un revólver y una barra de hierro para cobrar una deuda, según la familia del fallecido vinculada a un alijo de hachís y relacionada con unos portes con camiones según la defensa del patrón.

Apoyándose en este testimonio, el jurado ha considerado que el acusado reconoció haber efectuado los disparos «con la intención de acabar con su vida», y no da por probado que el fallecido portase tal revólver o mostrase un carácter «airado» durante la confrontación.