Fotografía recurso de Taxis aparcados
Fotografía de Taxis aparcados / Pablo López

El Juzgado de Sevilla ha condenado a pagar una multa de 540 euros a un taxista que persiguió y coaccionó el trabajo de una conductor de VTC.

El Juzgado de Instrucción número diez de Sevilla ha condenado a un taxista a pagar una multa de 540. Se considera probado un delito leve de coacción. Una noche de junio del año pasado persiguió a un conductor de vehículos de transporte concertado (VTC) con la intención de violentar su libertad de t euros como autor de un delito leve de coacciones, considerando «probado» que una noche de junio de 2017 «vigiló y persiguió reiteradamente» a un conductor de vehículos de transporte concertado (VTC), con «el único fin de violentar su libertad de obrar».

La sentencia que han recogido agencias expone que los hechos en cuestión se remontan al 19 de junio de 2017 a partir de las 1:10 horas, cuando un conductor de un vehículo de transporte concertado circulaba por la calle Torneo y detectó que un taxi le estaba siguiendo.

Partiendo de dicha situación, la sentencia declara que consta «probado» a través de «las imágenes contenidas en el DVD aportado en el juicio oral», que entre las 1:10 horas y las 1:19 horas de la citada fecha, un taxi modelo Ford Focus «sin pasajero ni cliente alguno», empezó «a seguir» a este vehículo de transporte concertado, «comenzando primero por la calle Torneo para continuar hasta La Cartuja». Durante dicha situación, «algunos ciudadanos solicitaron los servicios del taxi», cuyo responsable habría «declinado» captar a estos clientes, llegando incluso a «apagar la luz verde» del vehículo.

Ya en la Cartuja, en cualquier caso, «tras dar varias vueltas a una rotonda y mantener ambos una discusión», en la que el taxista habría acusado al conductor de VTC de estar robándole, este último «reanuda su marcha y el (taxista) denunciado le sigue de nuevo y realiza una maniobra de adelantamiento, colocándose delante, deteniendo su vehículo y evitando el denunciante la colisión, obligándole a cambiar de carril para continuar su marcha».

NUEVA PERSECUCIÓN

Más tarde, sobre las 1,52 horas, declara la sentencia que «consta probado» mediante las imágenes aportadas, que «de nuevo el taxi comienza a seguir al vehículo VTC por la avenida de la Florida», tras lo cual «al girar hacia la calle Luis Montoto, el taxi de nuevo rebasa al VTC por su derecha y se coloca delante, parando su marcha a pesar de que el semáforo que le vinculaba se encontraba en fase verde», extremo que obligó al conductor del vehículo de transporte concertado a «detener su marcha».

Entonces, siempre según la sentencia, «el taxista se baja del vehículo y se dirige hacia la ventanilla del conductor de VTC para, tras otra discusión, continuar la marcha incluso rebasando el semáforo en fase roja».

Merced a estos hechos que se declaran probados, el Juzgado de Instrucción número diez considera que la actuación del taxista «tenía como único fin violentar la libertad de obrar» del conductor de VTC, al que «vigiló y siguió de manera persistente y reiterada».

En virtud a estos hechos que se declaran probados, la citada instancia judicial condena al conductor del taxi, identificado como D.D.V., a una multa de 540 euros como autor de un delito leve de coacciones, tratándose de una sentencia susceptible de recurso de apelación.

EL CONFLICTO DEL TAXI

La sentencia, en cualquier caso, se encuadra en el conflicto que enfrenta a los taxistas con los conductores de VTC y las empresas de alquiler de coches con conductor como Cabify.

En el caso de Sevilla, el sector local del taxi acusa a los conductores de VTC de invadir su ámbito de actuación e incurrir en situaciones de «intrusismo», pues la regulación de los vehículos de transporte concertado, por ejemplo, prohíbe que estos conductores circulen a la búsqueda aleatoria de clientes o capten viajeros de manera espontánea.

En paralelo, la Unión Nacional de Autoturismos (Unauto), que agrupa al sector de los VTC, viene denunciando la «insostenible situación de violencia» que sufren los conductores que ejercen esta actividad en Sevilla para empresas de alquiler de coches con chófer como Cabify, a manos de taxistas.

Fruto de las pesquisas policiales derivadas de dicha situación, hasta 32 taxistas de Sevilla están investigados por la Policía Nacional por los presuntos ataques, coacciones y amenazas sufridos por los conductores de vehículos de transporte concertado, extremo que ha dado lugar a unas diligencias por parte del Juzgado de Instrucción número ocho.