Cajasol ha adjudicado las obras por 22 millones a FCC e Inabensa/Christopher Rivas

El contrato implica la construcción de la cimentación superficial y la de la estructura de la torre por 22 millones de euros.

Javier Gotor/Agencias. La caja de ahorros Cajasol ha adjudicado a una Unión Temporal de Empresas formada por FCC e Inabensa la edificación de la torre diseñada por el arquitecto argentino César Pelli por 22 millones de euros. La rúbrica de dicho contrato con la empresa constructora comprende la construcción de la cimentación superficial y de la estructura de la torre de 178 metros de altura sitiada en la isla de la Cartuja.
Para la obra de la torre serán necesarias dos grúas-torre que irán creciendo a la vez que la torre vaya subiendo en altura. Además, como seña de sostenibilidad, se dará un control máximo de la erosión y sedimentación del edificio. Por otro lado, recordar que la torre tendrá forma de cilindro, su fachada estará recubierta de vidrio y de una celosía de madera que reducirá los efectos del sol sobre la torre, además del aparcamiento para más de 3000 vehículos que albergará en la zona subterránea.
La obra de la torre, cuyas construcción ha llevado consigo múltiples críticas de asociaciones como ‘Túmbala’, el Partido Popular y otras asociaciones vecinales por superar la altura de la Giralda, está compuesto por un complejo de la torre con oficinas de alta calidad, un podio con centro de negocios y una plaza destinada a ser ocupada por comercios y zona de restauración.

Además de las complicaciones que una obra de este calibre ha de superar, los más críticos, entre ellos el Partido Popular, alegaban que la torre no se debía construir en esa zona al producir un “impacto visual que deterioraría la imagen de Sevilla”, llegando a pedir a la Unesco que estudiase la posibilidad de que perjudicara a Sevilla como patrimonio de la humanidad.
Esta posibilidad es algo que la propia Unesco acabó descartando en parte, después de asumir las conclusiones del documento elaborado por el Comité de Expertos conformado por el Ministerio de Cultura, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla, que acabó determinando la no afección de la torre al Patrimonio Mundial de Sevilla. No obstante la Unesco ha encargado un último informe que deberá ser entregado antes de junio de 2011 para dar por concluido el tema.
Con la firma de este contrato, Cajasol  y su presidente, Antonio Pulido, mantiene su apuesta por la torre como edificio sostenible, ecológico y autosuficiente, además de apostar por un impulso económico y empresarial para una zona de expansión y progreso como es la isla de la Cartuja.
Además esta obra permitirá liberar un gran edificio para fines culturales pleno centro de Sevilla que, según Pulido, “servirá para hacer un gran centro cultural donde haya un taller de música, otro de teatro, de literatura, escultura, pintura o de canto, en definitiva una serie de talleres donde se tenga que hacer una selección de alumnos que serán becados durante un año» y donde quiere traer durante algunas semanas al año a los representantes más importantes de cada especialidad.
Para ello empleará unto a su sede en Sierpes de 14.000 metros cuadrados, el edificio de la plaza de San Francisco, donde se dispone de unos 4.000 metros cuadrados en las plantas superiores, de forma que en ambos espacios hará un gran museo donde expondrá la exposición permanente que tiene la caja, «que es la colección privada más importante de Andalucía y desgraciadamente no la exponemos, además de exposiciones temporales». Con este paso, Cajasol inicia la segunda fase del proyecto de la torre Pelli.

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