Audiencia de Navarra/ Gobierno de Navarra

El primero de los cinco jóvenes sevillanos acusados de violar a una joven en las fiestas de San Fermín el año pasado ha declarado esta mañana que las relaciones con la joven fueron consentidas aunque, ha admitido, el consentimiento no «no se produjo de palabra». Tres de los cinco acusados han declarado esta mañana durante cuatro horas, en las que han mantenido su inocencia. Esta tarde declararán los otros dos.

El abogado defensor de tres de los acusados, Agustín Martínez Becerra, ha señalado respecto a las declaraciones de uno de sus defendidos que «hay otras formas de consentir». El letrado ha informado de que ha indicado a sus clientes en un «intercambio de palabras» que «estén tranquilos y cuenten la verdad». Martínez Becerra ha dicho que «todavía no es el momento de defenderlos, es el momento de escucharlos, es el momento de que cada uno dé su versión de los hechos». Asimismo Martínez-Becerra señaló a la prensa que las representaciones por el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra son «puramente testimoniales y casi me atrevería a decir que pseudopolíticas», por lo que los acusados no contestarían a sus preguntas, aunque no habría «ningún tipo de inconveniente en responder a las del fiscal y acusación particular». Respecto al interrogatorio de la Fiscalía, que ha considerado «puntilloso», ha comentado que los acusados han respondido a las preguntas «con educación y respeto».

Por su parte, el abogado de la denunciante, Carlos Bacaicoa, declaró que la jornada, en la que se celebraría la octava sesión de la vista oral, marcada por las declaraciones de los acusados, sería «dura», y que no descartaba que los acusados incurrieran en contradicciones en sus versiones, pues tampoco las tenía que haber habido en la interrogatoria del 2 de septiembre y lo hicieron fatal cuando se supone que la habían preparado». Sin embargo, en opinión de Bacaicoa, será «más complicado» que vuelva a suceder al haber asistido los acusados a la presentación de las pruebas prácticas. El letrado ha opinado que, a su juicio, el tribunal, que decidió celebrar el juicio a puerta cerrada, está siendo «demasiado garantista» con los procesados, aunque la decisión podría responder a  «por todo el juicio mediático que se está montando», aunque ha insistido en su profesionalidad y que «no les va a influenciar nada».