Pol Núñez apuesta, en la segunda jornada de Sevilla de Moda, por las minifaldas extremas y el hombro descubierto. Blanca Gallego, por su parte, por los colores alegres como el azul y el fucsia. María de Cárdenas y Creasur presentaron sus propuestas el miércoles.
María Campos. Desde el lunes y hasta este sábado, Sevilla se viste de Moda en el Casino de la Exposición. Es irónica la fecha de la celebración. En esta época del año, como es el otoño, en que llegamos al armario y no sabemos qué ponernos, parece que nuestras plegarias han sido respondidas, a modo de estupendos desfiles, que nos pueden ayudar a no encontrarnos en esta situación de incertidumbre durante la próxima primavera.
Es algo que precisamente logramos comprobar en la tarde del martes cuando pudimos ver sobre la pasarela los diseños de Pol Núñez y Blanca Gallego, entre otros.
El primero de ellos llama especialmente la atención por su aire fresco y femenino, que denota una filosofía propia de sus creadoras. Y decimos esto porque son capaces de conseguir la coherencia incluso superponiendo vestidos. Hemos podido observar también minifaldas extremas y el uso del hombro descubierto, que aunque ya se ha llevado la pasada temporada de verano, parece ser que se seguirá manteniendo. Sin duda, es una alegría para aquellas seguidoras de las simetrías y, sobre todo, para nuestros bolsillos.
Totalmente distinto ha sido el desfile de Blanca Gallego, en el que se ha mostrado sobre todo mucho colorido. Los tonos azules, fucsias y morados, entre otros, nos alegraron la vista ahora que ya empezábamos a acostumbrarnos a los tonos más oscuros del otoño.
Pero sobre todo, ha llamado especialmente la atención lo bien complementadas que iban las modelos, ya que, todas, han usado bien tocado (con mucho plumaje y de extrema elaboración), o bien pamela (alguna que otra de un tamaño descomunal, que apenas permitían ver el rostro de quienes las llevaban).
En la mañana de ayer también se sucedieron demostraciones de otras colecciones, como las de María de Cárdenas o Creasur, entre las que no se ha podido apreciar ningún parecido. La primera, cargada de colorido y brillo, ha estado enfocada para bodas y para aquellas mamás que esta primavera tengan comuniones. Todo el desfile nos ha evocado al sol, al reflejo del agua y demás connotaciones propias de la naturaleza. En cambio, el segundo ha sido poseedor de un estilo más sobrio, dado que, las diferentes mezclas de blanco y negro se han erigido en las protagonistas.