El alcalde, Juan Espadas, ha asistido a la cumbre de ciudades Metropole de París por la economía circular dentro del compromiso mostrado por la capital andaluza desde la adhesión a la declaración de París y la firma este año de la declaración de Sevilla.  Durante su intervención, el alcalde y presidente de la Red de Ciudades por el Clima de la Federación Española de Municipios y Provincias ha destacado la importancia de movilizar más recursos y destinar más inversiones a proyectos de lucha contra el cambio climático y también para el cambio del modelo productivo, para lo que es imprescindible –según ha argumentado– una mayor implicación del Estado y una mayor coordinación entre las instituciones, así como la importancia de apostar por aquellos proyectos vinculados a la economía verde que generen empleo.

La ciudad de Sevilla fue sede el pasado mes de marzo de las jornadas de economía circular que dieron pie a la firma de la declaración de Sevilla, un compromiso que se mantiene y se refuerza con la participación en esta cumbre de París, en la que se ha subrayado la vinculación de la economía circular con la necesaria lucha contra el cambio climático y el desarrollo de una estrategia energética de ciudad.

Esta apuesta queda reflejada además en el nuevo Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible aprobado por el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla, así como en nuevos documentos de planificación que se están elaborando actualmente como el Plan Estratégico Sevilla 2030. Este tema estará presente en la cumbre de gobiernos locales que se celebrará en Sevilla el próximo noviembre, a la que están convocadas todas las ciudades con las que se mantiene algún tipo de colaboración o relaciones turísticas, económicas o culturales.

Juan Espadas ha señalado que Sevilla “lidera” en el conjunto de España la ejecución del paquete de medidas de economía circular que quiere impulsar la Unión Europea y ha compartido con representantes de otras ciudades las experiencias acometidas por distintas áreas y empresa pública municipales para caminar hacia una economía verde y un cambio en el modelo productivo, donde haya una mayor reutilización de los recursos, una mejora de la gestión de los residuos, una mayor concienciación de los vecinos y unos niveles más altos de reciclaje.

La economía circular es un modelo sostenible que propugna cerrar el ciclo de vida de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía. Así, se optimiza la utilización de los recursos y mejora la salud y la calidad de vida de los ciudadanos. “Es, además, una gran oportunidad para la creación de empresas y de empleo”, ha concluido Espadas.

Como ejemplos concretos desarrollados por empresas públicas, cabría destacar los de Emasesa, con la valorización de lodos del proceso de depuración y potabilización de las aguas residuales urbanas (es decir, compostaje y abono para la agricultura y la jardinería); la reutilización de arenas procedentes del mantenimiento de la red de saneamiento y del proceso de depuración de aguas residuales para la obra civil; la codigestión (la producción de biogás) de residuos de elevada carga orgánica para la autosuficiencia energética; la reutilización de las tierras generadas en las obras para canteras y espacios degradados, o la mayor eficiencia en procesos de depuración de las aguas. Mientras, en Lipasam resaltan los procesos de reciclaje de vidrio, envases y papel, la actividad de sus Puntos Limpios o la regeneración de aceites vegetales. Y en Tussam, por último, se utilizan los tejados de las cocheras para instalaciones de electricidad fotovoltaica y, además, se aprovechan por piezas los autobuses que no ya funcionan.

Es más, para Sevilla y su área metropolitana el modelo es una oportunidad para su economía. De hecho, así lo revela el diagnóstico empresarial realizado para diseñar y dotarse de una estrategia de especialización inteligente, RIS3, al señalar que esta zona geográfica alberga un amplio tejido de compañías relacionadas con el medio ambiente y energías renovables.