foto_mercado_2La finalización del Mercado de la Encarnación es desde esta mañana una realidad después de 40 años de espera. Los comerciantes, que recibirán las llaves de sus puestos en unos días, piden entre cuatro y seis semanas para trasladarse y poder abrir, por fin, el mercado más céntrico de Sevilla aún sin los famosos parasoles del proyecto Metropol Parasol terminados.



Carlos Orquín / Sevilla Actualidad. El Ayuntamiento de Sevilla se apresura en celebrar la finalización del Mercado de la Encarnación, que culminó esta mañana los trabajos de equipamiento con la visita de varios miembros del equipo de gobierno municipal y los miembros de la Junta Directiva de la cooperativa del mercado. No obstante, el proyecto en el que se enmarca el mercado, Metropol Parasol, aún sigue en construcción con finalización prevista para finales de 2010.

La nueva plaza de abastos abrirá en unas cuatro o seis semanas, –el tiempo requerido por los comerciantes para “familiarizarse y trasladarse”– y terminará con 40 años de espera y provisionalidad. Según indica el Consistorio en una nota de prensa, los dueños de los puestos recibirán las llaves de los 39 puestos “en los próximos días”, con lo que se culminará la inversión de “más de 4 millones de euros” que ha costado el mercado.

Alfredo Sánchez Monteseirín, junto con el delegado de Urbanismo, Manuel Rey y la delegada de Salud y Consumo, Teresa Florido, declaró que este proyecto “unirá las zonas norte y sur del Casco Histórico” y que las mejoras aprobadas por el Ayuntamiento, —refiriéndose a los sobrecostes a los que se ha sometido—lo harán “el mercado central más importante de la ciudad y entre los mejores del mundo”.

El Mercado

Hay diez fruterías, nueve carnicerías, doce pescaderías, tres ultramarinos, dos congelados, dos cafeterías y una joyería. Cada puesto cuenta con 19,23 metros cuadrados de superficie útil. En un principio, se preveían 16 metros cuadrados, pero la “optimización del espacio”, según el Ayuntamiento, ha permitido ampliar la superficie. Para el cerramiento del Mercado, se ha utilizado un muro cortina de aluminio lacado, con tres puertas de acceso desde las calles colindantes.

La distribución de los puestos se ha hecho mediante islas cuadradas cuádruples para carnicería, ultramarinos, pescadería y frutas. Hay dos islas dobles para cafetería y congelados y una exenta para la joyería. El reparto de los puestos se realizó mediante un sorteo ante notario.

Cuenta además con zonas comunes en el sótano para carga y descarga, oficina para la cooperativa, tres cámaras frigoríficas (frutería, carnicería y pescadería), una sala de almacén de envases y una sala para la preparación de alimentos. En el sótano se dispone así mismo de vestuarios y cuartos de baño con duchas incorporadas. La comunicación con la planta superior se efectúa además de por escaleras interiores, por medio de dos montacargas.

En la planta del mercado, a nivel de calle, se dispone también de una sala refrigerada para las basuras y cuartos de baño para los usuarios del mercado. Cada puesto estará equipado con una cámara de almacenaje y con vitrinas de exposición y conservación de los productos, variando el equipamiento de cada unidad en función del tipo de gremio.

La historia

La antigua plaza de abastos se construye en 1820 convirtiéndose en 1837 en la primera plaza de abastos permanente de Sevilla. Con posteriores reformas hasta 1950, es en 1971 cuando se denuncia el estado ruinoso del edificio, por lo que en el año 1973 se procede a su demolición. Más tarde, el solar es utilizado como aparcamiento de vehículos y cochera de Tussam.

Mientras, los comerciantes son trasladados al actual edificio cercano ‘provisional’, donde llevan 40 años tras varios proyectos de construcción de un nuevo edificio que los albergara. La aparición de restos arqueológicos y las disputas políticas entre las distintas coaliciones de gobierno de la ciudad, hicieron que hasta 2004, no existiese un proyecto definitivo para congeniar en la Plaza de la Encarnación al mercado de abastos, los restos arqueológicos (de gran valor) y el disfrute público de un espacio crucial en el centro de Sevilla.

Las dificultades en la construcción van surgiendo llegándose a parar las obras durante casi todo 2007. Además, las polémicas por los dos modificados y sobrecostes que ha sufrido, han hecho peligrar su finalización, que se salvó por un voto de calidad del alcalde, en un pleno extraordinario. Así, con todas estas ‘piedras en el camino’, las fechas de finalización se han ido aplazando hasta la última: el 31 de diciembre, según Urbanismo.

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