Mañana arrancan los trabajos de adecuación de la superficie anteriormente ocupada por la prisión provincial de Sevilla I. Donde antes estaba la prisión se construirá un parque público de 39.000 metros cuadrados. La zona verde podrá abrirse al público antes de las municipales de 2011.
Sevilla Actualidad. El Ayuntamiento de Sevilla comienza mañana lunes las obras de construcción del nuevo parque de la Ranilla, que se ubicará en el solar de 39.000 metros cuadrados liberados tras el cierre y demolición de la antigua prisión provincial Sevilla I. El proyecto supondrá una inversión final de 3,75 millones de euros y estará totalmente finalizado en 10 meses.
Este gran espacio ubicado en la confluencia de la avenida de Andalucía con la Ronda del Tamarguillo no sólo acogerá el citado parque, sino también el edificio de las futuras delegaciones municipales de Movilidad y Convivencia y Seguridad y un centro cívico.
El proyecto del parque contempla la plantación de más de 250 ejemplares de arbolado de 30 especies diferentes, así como arbustos y flores vivaces. La Ranilla contará con cinco fuentes ornamentales, así como un estanque y un canal. Este canal será una referencia al arroyo del Tamarguillo, y enlazará los accesos norte y sur del nuevo jardín.
El parque tendrá cuatro accesos: uno por el antiguo módulo de acceso a la cárcel y otros tres en el nuevo cerramiento perimetral del recinto. Asimismo, se estructurará mediante una red de senderos que definirán parcelas ajardinadas rectangulares de unos 30 metros de anchura.
El delegado de Urbanismo, Manuel Rey, ha comentado que “este proyecto es un fiel reflejo de nuestro compromiso con la recuperación de un espacio degradado, como es la antigua cárcel”. En este sentido, “este solar será una nueva conquista de la ciudad, que podrá disfrutar de un nuevo parque en una zona necesitada de zonas verdes”.
“El parque de la Ranilla se convertirá en un paseo por la lectura histórica de la antigua prisión”, ha afirmado Manuel Rey, que ha argumentado esta afirmación en la finalidad del proyecto, que “no es olvidar la cárcel que allí estuvo, sino integrarla en el discurrir mismo del nuevo parque de la Ranilla”. El tratamiento del espacio ocupado por la antigua construcción será diferenciado del resto de los recorridos peatonales, ya sea mediante pavimento, arbolado de acompañamiento o pérgolas y fuentes ornamentales.