Por el real de San Juan han pasado, hasta la noche del viernes, 200.000 personas, y hoy espera vivir uno de sus días más destacados. Este mediodía se celebra el tradicional concurso de enganches y caballos.
Sevilla Actualidad. Más de 200.000 personas se han acercado ya a la Feria de Alcalá de Guadaíra, que comenzó en la noche del pasado miércoles. Así, y en su edición número 24 en el actual recinto de San Juan, las fiestas están viviendo un año con importante presencia de público.
Cabe recordarse, además, que este año cambian los accesos –pues se facilitan hasta cuatro- y se ha regularizado aún más el paseo de carruajes y enganche. En cualquier caso, la feria está transcurriendo hasta el momento “con absoluta normalidad y sin incidencias”, según informa el Ayuntamiento de la localidad en una nota de prensa.
En ella, el concejal de Fiestas Mayores, Enrique Pavón, incide en la buen acogida que ha tenido el público que ha asistido estos días a presenciar las actuaciones en la Caseta Municipal, así como en los servicios prestados, en los que ha estado “absolutamente llena”
Mientras tanto, numerosas casetas ofrecen una cuidada decoración que va más allá de los patios sevillanos, convirtiéndose en verdaderas obras de arte que recrean palacetes, cortijos, estancias arabescas, peñas flamencas y taurinas, molinos panaderos y casas señoriales.
Este cuidado por parte de los caseteros, según Pavón, hace que la feria de Alcalá sea especial para los propios alcalareños y llamativa para los visitantes, una seña más de identidad de la misma. En este sentido, este año los premios han recaído en las casetas «La Arborea», que consiguió el primer premio, «La última y nos vamos», segundo premio y el tercero ha sido para «La Fuente del Piojo». Por otra parte, «Loa Amigos del Molinete» ha conseguido el premio a la caseta con más motivos alcalareños.
Hoy, concurso de enganches
Este mediodía, y en el real de la feria, se celebrará el tradicional concurso de enganches y caballos, uno de los momentos más vistosos de la semana que tiene gran público, puesto que el último día es aprovechado por los ciudadanos para vivir las últimas horas de la fiesta antes del año siguiente.