(Continuación) Lo hizo con uno real, el ‘Ictíneo’, bueno, en puridad y de hecho con dos pues, en 1864, el español desarrolló con éxito un sistema de propulsión a vapor en su segundo submarino, el ‘Ictíneo II’, una historia que habrá que contar en otro momento. Sí, el figuerense Narciso Monturiol, con sevillano reconocimiento callejero, a no mucho tardar deberá pasar por este DCPS, pero por ahora vamos a lo que estamos y a quien nos trae hoy. Para lo segundo recurrimos a otro reconocimiento científico sevillano, solo que éste no es personal sino inmobiliario, nada menos que un instituto de educación secundaria que lleva el nombre del autor francés de literatura científica.
Un centro inaugurado en 1987 que se encuentra ubicado en la barriada Pino Montano (41015), en el norte de la ciudad, más en concreto en la manzana de la calle Estrella Proción comprendida entre Estrella Canopus y Estrella Polar, una vía con 501 m de longitud y una zona como puede ver de lo más astronómica. Y en relación a lo primero, a lo que estamos, tras la terna de textos ofrecida (‘De la Tierra a la Luna’, ‘Alrededor de la Luna’ y ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’) seguro estoy que ha echado en falta más de uno y de dos. Naturalmente que quedan muchas, muchas, otras novelas de aventuras vernianas, casi todas ellas con una idea en común y compartida: la de viajar utilizando medios de transporte, digamos, no habituales y de las que le traigo a esta tribuna un par más, para así completar la manita novelera.
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