Carmen Linares, investida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Sevilla

La cantaora de flamenco Carmen Pacheco Rodríguez, conocida como Carmen Linares, ha sido investida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Sevilla. En un acto en el que ha estado arropada por académicos, familiares y amigos, entre los que se encontraban, entre otros, Rafael Poveda y Arcángel.

La propuesta de la Investidura Honoris Causa a Carmen Pacheco fue aprobada en noviembre de 2022 por el Claustro de la US. En esta ocasión la propuesta parte del rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro. «Compromiso decidido y mantenido con la cultura como motor principal de transformación de la Humanidad, singularizando el arte flamenco como patrimonio cultural inmaterial de Andalucía y el papel de la mujer en su desarrollo y construcción», destacó.

Una vez comenzado el acto Carmen Pacheco entró en el paraninfo acompañada por el profesor doctor más antiguo y el más nuevo. Mientras, el coro de la US interpretaba “Canticorum iubilo”, de G. F. Haendel.

A continuación tuvo lugar la laudatio de Cristina Cruces, catedrática de Antropología Social y madrina de la doctoranda. En sus palabras, llenas de nombres y referencia flamencas,  realizó un recorrido de la doctoranda de cinco décadas en escena. «Pasando del territorio minero de Linares a los tablaos de Madrid sin olvidar la importancia de la «genealogía, con la familia como puntal de aprendizaje». Citar los muchos escenarios donde Carmen Linares ha participado sólo puede ser una empresa parcial de esta laudatio», y lo mismo ocurre con las distinciones recibidas ya que «es imposible enumerarlas todas». Uno de los últimos reconocimientos, en 2022, junto a María Pagés , el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

Cristina Cruces ha destacado también de Carmen Linares «la virtud cantaora, la voz y la técnica. Esta mujer de ojos de mar tiene como la mar su cante. Tempestuoso, a veces; otras en calma». Esta técnica se encuentra impresa en «el extenso legado discográfico de Carmen Linares, en cuyas primeras grabaciones se advierte el hilván con la vieja historia del flamenco. Con el paso del tiempo, el avance hacia los territorios de la poesía y el encuentro entre cultura». En esta trayectoria discográfica, añade, «representa la acción de deber y reputación de una doctora honoris causa flamenca».

Finaliza la laudatio la catedrática de Antropología destacando que «llevar hoy el flamenco a la Universidad, a través de tu nombre, es rememorar, volver a pasar por la memoria». «La academia ha vivido durante demasiado tiempo de espaldas al flamenco, hoy lo hace, como dice la soleá, con la mano abierta».

A continuación, solemnemente, se inició el acto de promesa e investidura de Carmen Linares, con todos los elementos del protocolo del Doctor Honoris Causa. En primer lugar el rector de la Universidad de Sevilla entrega a la doctoranda el Libro de la Ciencia, símbolo de la sabiduría, que ha recibido de sus maestros y que ahora le corresponde cultivar y difundir. La medalla, símbolo del corazón. El birrete laureado, distintivo del Magisterio, como corona de estudios y merecimientos. El anillo, que la Antigüedad entregaba como emblema del privilegio de firmar y sellas dictámenes y consultas. Y por último, los guantes, símbolo de la pureza y alta categoría.

Carmen Linares, investida Doctora Honoris Causa por la Universidad de Sevilla

Linares, desde la cátedra, agradeció a la Universidad de Sevilla el reconocimiento y resaltó el papel que esta Universidad ha tenido en la historia del flamenco. «El flamenco entró en la universidad por derecho propio, como un arte que se justifica por sí solo. El interés de nuestros intelectuales por el flamenco ha llevado a que éste se estudie no solo en España sino en numerosas universidades en el extranjero. Dicho esto, es de justicia poner en primer plano a Sevilla. Fue la universidad hispalense la primera que abrió sus puertas al arte jondo».

«En 1963 se celebra aquí la primera semana universitaria de flamenco, con el patrimonio del SEU. Su apertura tuvo lugar en el paraninfo del viejo edificio de la universidad hispalense, presidido por el rector magnífico, autoridades locales y buena parte de la intelectualidad sevillana. Mas la presencia extraordinaria de Pastora Pavón Niña de los Peines junto a su marido, el excelente cantaor Pepe Pinto. Pastora fue invitada a subir a la presidencia, sentándose al lado del rector. Antonio Mairena, presente en el acto, lo recuerda así: «el hecho no tenía precedentes. Yo sentí que allí se completaban los sueños de mi vida artística en cuanto al reconocimiento cultural del cante y del cantaor y, por más, de la gran cantaora pastora pavón. El cante había entrado en la universidad».

Finalizó su discurso resaltando la importancia de la ciudad de Sevilla que «siempre ha acogido todos mis proyectos discográficos y estrenos de mis espectáculos, así como colaboraciones escénicas con otros artistas. Aquí he vivido actuaciones muy importantes y he compartido escenario con los extraordinarios artistas aquí en Sevilla».

«Escenarios como el Teatro de la Maestranza, el Teatro Lope de Vega o los Reales Alcázares con artistas como Manolo Sanlúcar, Miguel Poveda, Estrella Morente, Rafael Riqueni, Juan Carlos Romero, Belén Maya o la Orquesta Sinfónica de Sevilla entre otros muchos. Todo mi cariño y respeto para ellos que han estado y están en este camino. Por último, me gustaría decir que las instituciones deben proteger este arte que es universal.  Yo he dado mi vida por el flamenco, pero el flamenco me lo ha devuelto con creces. Gracias a la Universidad de Sevilla y a los sevillanos y sevillanas por lo que me habéis dado y me seguís dando. Os llevaré siempre en mi corazón. Muchas gracias»

Finalmente el rector de la Universidad, destacó que la concesión del doctorado honoris causa a Carmen Linares la reconoce como leyenda viva del flamenco. «Lo que Carmen Linares es en el flamenco: su internacionalización, su dedicación vital, su rigurosidad… Es lo que de alguna manera la universidad, nuestra universidad, sigue atendiendo día a día. Es un ejemplo de talento y dedicación, dando lo mejor de sí a un arte que como ella misma ha dicho “es lo que más quiero en esta vida”».

«Con ella entran en la Universidad cuarenta años de historia cultural de España». Ha continuado Miguel Angel Castro, «Si hace cincuenta años se rendía homenaje a una de las más grandes, a Pastora Pavón, quien en su célebre soleá cantaba aquello de «Fui piedra y perdí mi centro y me arrojaron al mar y a fuerza de mucho tiempo mi centro vine a encontrar». Hoy podemos decir que la Universidad de Sevilla se ha convertido en uno de los centros de la investigación y la difusión del flamenco».

Tras las palabras del rector de la US y la interpretación del Gaudeamus Igitur por el Coro de la Universidad de Sevilla, se dio por terminado el acto.