(Continuación) El 21 de agosto, apenas terminado su segundo telescopio (aumentaba ocho o nueve veces), lo presenta al Senado de Venecia. La demostración tiene lugar en lo alto del Campanile de la plaza de San Marco y los espectadores quedan entusiasmados: ante sus ojos Murano, a 2,5 km, parece estar solamente a 300 m; y desde los edificios más altos se podían divisar navíos tan distantes, que tardarían horas en tocar puerto, una auténtica sensación para todo el mundo. Entonces Galileo no duda en ofrecer su instrumento y derechos legales de uso a la República de Venecia, muy interesada por las aplicaciones comerciales y militares del objeto, y en recompensa confirma de por vida su puesto académico en Padua y duplica su sueldo. Quid pro quo.

En la universidad paduana (1592-1610): telescopio y astronomía

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Catedrático de Física y Química jubilado. Autor del blog 'Enroque de Ciencia' (carlosroquesanchez@gmail.com)