El Parque del Alamillo ha renovado un año más la certificación que lo acredita como Jardín de Excelencia Ecológica, que le fue otorgada en 2018 por el Servicio de Certificación CAAE, una entidad especializada en producción ecológica. Los verificadores de esta entidad realizan cada año los controles establecidos por la Norma de Jardinería y Espacios Ecológicos V1.0 y constatan el cumplimiento de las condiciones exigidas para seguir mereciendo el certificado de Excelencia Ecológica.

El título, renovado por tercera vez, declara que el Parque del Alamillo, gestionado por la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, cumple con los requisitos exigidos, tal como han comprobado los técnicos que han sometido el recinto a las pruebas de inspección y control documental establecidas en el procedimiento de certificación. El reconocimiento seguirá en vigor hasta el 31 de diciembre de este año, cuando deberá renovarse tras la correspondiente visita de control.

El Parque del Alamillo ocupa una superficie de 120 hectáreas en la zona norte de la Isla de la Cartuja, en la linde de los términos municipales de Sevilla y Santiponce. De esa superficie, el CAAE ha certificado 89,75 hectáreas, es decir, todo el parque menos el naranjal, por estar considerado espacio de producción agrícola, y el Cortijo del Alamillo, al ser una edificación.

El parque fue inaugurado el 12 de octubre de 1993 y, desde entonces, es el principal referente para el ocio y el deporte al aire libre para centenares de familias y decenas de asociaciones y entidades ciudadanas de Sevilla y su área metropolitana, que encuentran en este parque el lugar ideal para sus actividades de tiempo libre.

La gestión del parque está a cargo de un equipo humano compuesto por técnicos medioambientales, administrativos y personal de jardinería, cuyo centro de trabajo se encuentra el Cortijo del Alamillo, sede de las oficinas y el resto de dependencias necesarias para el mantenimiento de esta gran superficie natural y forestal.

El Parque del Alamillo tiene en su singular biodiversidad florística y faunística una de sus principales características, que le aportan riqueza y valor frente a otros parques similares o parecidos. A ello contribuyen la apuesta por la protección de las especies autóctonas, la gestión de los residuos, el fomento de la agricultura ecológica y la contribución a la educación medioambiental, todo ello complementado con actividades que contribuyen a transmitir a la ciudadanía los valores ambientales, mediante estrategias de educación y sensibilización.