Calle Euclides (1)

Sus 330 m de longitud están comprendidos entre la calle Leonardo da Vinci y el Camino de los Descubrimientos, confluyendo en ella la calle Arquímedes que también lo hace en la calle Pitágoras no muy lejos todas de la calle Marie Curie. Supongo que con semejante información viaria tendrá pocas dudas acerca de dónde nos encontramos, en efecto, se trata del NO de la ciudad, en los terrenos conocidos como La Cartuja o la Isla de la Cartuja (41092). Una zona que recibió dicho nombre por encontrarse en su parte meridional el Monasterio de la Cartuja de Sevilla, antiguo cartujo de Santa María de las Cuevas. Un lugar por otra parte que acogió a la Exposición Universal de Sevilla 1992, también conocida de forma popular como Expo '92 o, simplemente, la Expo. Y asentada la localización urbanística de la calle, vayamos con el titular de la misma, el matemático griego Euclides (325-265), en cuyo honor está nominada desde hace treinta años, estamos pues, y ya por los pelos, cumpliendo su trigésimo (30.º) aniversario.

A propósito de Euclides. Vida y obra. A ciencia cierta es muy poco lo que sabemos de quien, quizás, sea el más famoso de la Antigüedad y que junto a Arquímedes y Apolonio de Perga, posteriores a él, forma la tríada de grandes matemáticos de esa época. Pero es así, no existe ninguna fuente directa documentada sobre su vida, ninguna indicación autobiográfica, ni siquiera una alusión de alguno de sus contemporáneos, nada. Lo que estará conmigo llama la atención, máxime si tenemos en cuenta que, además, por la inmensa influencia que su obra ejercería a lo largo de la historia, es también uno de los más ilustres de todos los tiempos. De hecho, se le considera “el padre de la geometría”, bueno, pues nada hay fiable de su biografía; como bien lo expresa el historiador Peter Schreiber, “sobre la vida de Euclides, ni un solo hecho seguro es conocido”. Ni siquiera el de su misma existencia, como lo lee, sobre la que se manejan hasta tres hipótesis. Una, según la cual nuestro hombre fue un personaje histórico que realmente existió, siendo el único autor de las obras que se le atribuyen. Luego, se trata de una persona real que vivió en los siglos III y IV a. C.